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Mundo cannabis: así son los grow shop, locales de productos para cultivo

Mitos y verdades. Roberto y Leandro, que trabajan en la industria del cultivo, aclararon algunas cuestiones relacionadas a la comercialización y a las dudas de la gente que se acerca a sus negocios. 

Holy Bhang en Talcahuano al 100 en Banfield

Holy Bhang, en Talcahuano al 100, en Banfield.

Hace unas semanas, el Gobierno nacional reglamentó el registro para el autocultivo de cannabis con fines de uso medicinal, que deberá contar con una prescripción médica que lo justifique. 

En este contexto, surgen algunas dudas sobre qué se permite y qué no, y hasta dónde llega esa reglamentación. De eso hablaron Roberto Sawko y Leandro Orlandi, de dos Grow Shop, las tiendas que comercializan productos de cultivo. 

"Hay un mundo muy grande de consumo medicinal y lúdico. Aunque la sociedad lo quiera negar, está muy presente desde hace muchos años", sostuvo Roberto en diálogo con La Unión. 

"Hay un proyecto que es muy favorecedor a la industria farmacéutica y que desconoce el el estado real del comercio, la industria que se desarrolla, todo el mundo que hay detrás. Hay muchas familias que viven de esto", agregó. 

"Muchos preguntan por semillas. Piensan que porque hay una ley, ya está, ya se puede vender. Todos los días preguntan. Muchos sabiendo de la ilegalidad y otros desconociéndola".

Sobre las inquietudes de la gente que se acerca a Crystal Grow Shop, su negocio ubicado en una galería en Meeks, pleno centro de Lomas, Roberto explicó: "La gente lo que necesita es información. Vienen a buscar productos para cultivar su planta. Necesitan conocimientos. No tienen el conocimiento básico del cultivo. Por eso vienen a informarse, para poder obtener mejores resultados de los cultivos que tienen". 

"La gente cuando empieza de cero, busca información que pueda haber en internet, lo que lleva a confusiones, a mitos. Por eso buscan un referente, alguien que le pueda dar certezas. Nosotros buscamos brindar información para que puedan mejorar los resultados. Muchos preguntan por semillas. Piensan que porque salió una ley, ya está, ya se puede vender. Todos los días preguntan. Muchos sabiendo de la ilegalidad y otros desconociéndola", añadió. 

Por su parte, Leandro, que tiene su local Holy Bhang en Talcahuano al 100, en Banfield, recuerda cómo se encasillaba al consumidor hace algunos años. "Antes había un tabú con el cannabis. Al consumidor se lo trataba de drogadicto. La realidad es que estamos en unos tiempos en los que la gente ve que se usa para la medicina. La gente se empezó a interiorizar, sobre todo desde que se hizo legal en algunos países, donde no sólo está legalizado, sino que regulado e industrializado", le comentó a La Unión. 

"Acá no se favorece a la gente. Entonces no saben dónde comprar, cómo conseguir, vienen a preguntar por semillas, aceites, derivados, materia prima. Nosotros no podemos brindarles las respuestas porque no tenemos amparo", agregó. 

"La gente que no está interiorizada no tiene en claro el tema. Entonces vienen al local pensando que es legal, que estamos en Uruguay o en Holanda, y te piden flores, semillas, plantas, como si esto fuera un kiosco. No estamos en California".

Leandro sostiene que el gran problema radica en la ilegalidad, lo que termina ocasionando un sinfín de confusiones, que terminan aprovechando personas que venden de forma ilegal. "Estamos en el siglo 21 y le siguen encontrando propiedades al cannabis, le siguen encontrando beneficios. El problema está en la ilegalidad. No se puede creer que todavía no pueda estar regulado y la gente no pueda llegar a algo que es simplemente una planta; que no puedan fumar, consumir, preparar su aceite, su medicina, de forma libre. Básicamente es una planta", argumentó. 

En cuanto a esas confusiones a las que hace referencia, Leandro amplió: "La gente que no está interiorizada no tiene en claro el tema. Entonces vienen al local pensando que es legal, que estamos en Uruguay o en Holanda, y te piden flores, semillas, plantas, como si esto fuera un kiosco. No estamos en California. Hay mucha desinformación. No está claro el mensaje y por eso la gente se confunde. Lo que está permitido es el cultivo para el uso medicinal, previamente aprobado, con prescripción médica, demostrando la cantidad de plantas que tienen en sus casas". 

En su Grow Shop, llamado Holy Bhang, se comercializan productos de jardinería, como fertilizantes, mineral, sustrato preparado, para cualquier tipo de cultivo. "No necesitan comprobante ni certificado para la compra. La prescripción médica es para comprobar que están cultivando su medicina y no tener un inconveniente legal, que no te terminen allanando, que no te generen una causa por cultivar tu medicina", comentó. 

En cuanto al rango de edad de las personas que más conocimientos tienen sobre el cannabis, Leandro indica que entre los 30 y los 40 años están más interiorizados por una cuestión de experiencia. "Entre los 25 y los 30, hay desconocimiento. Entonces te pasa que te piden semillas o flores. Porque también sucede que en muchos lugares sí les venden; entonces se genera la confusión y creen que todos vendemos", indicó. 

LAS CONSULTAS POR EL ACEITE PARA EL USO MEDICINAL

En cuanto a la nueva reglamentación, vinculada al uso medicinal del cannabis, Roberto cuenta que, en ocasiones, resulta muy complejo atender las consultas de gente que llega a su negocio en estado de desesperación producto de alguna enfermedad muy grave. 

"Las patologías muy graves me resultan difíciles de tratar. Generalmente no se puede, porque vienen con desesperación, en una última instancia, buscando aceite de cannabis. Hacer el aceite lleva su tiempo: el proceso de cultivo, de secado, del alcohol, la evaporación, el proceso que lleva un aceite requiere de tiempo y esfuerzo. Y cuando la patología necesita de un tratamiento urgente, es traumático ayudar a esas personas. Es difícil encontrarse con gente en ese estado de desesperación", reveló. 

LA IMPORTANCIA DEL CUIDADO ADECUADO DE LA PLANTA

Roberto Sawko explica que la planta de cannabis "se cuida como a ninguna otra", ya sea por la intención de sacar la mayor cantidad y calidad de frutos posibles, "que no se bucan en una lechiga o un tomate", y hasta por su propia prohibición. 

"Lo importante en el cultivo son los detalles de la planta, el sustrato, la iluminación, que puede ser por el sol o artificial. Cuando es en el interior, al ser el Dios de la planta, uno tiene que generar todas las condiciones necesarias, climáticas, artificiales, para poder tener unos resultados aceptables. Esto implica una amplitud de cosas, como artefactos, carpa de cultivo, una turbina de ventilación. Es un rubro en el que se muevan muchas industrias de forma paralelas", detalló.