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"Los genocidas no se conformaron y fueron por nuestros hijos"

EL JUICIO DEL POZO DE BANFIELD. Jorge Adalberto Nadal brindó un escalofriante testimonio de lo que vivió él y su familia durante la dictadura ante el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata.

Nadal declaró por videoconferencia desde su casa de San Luis

Nadal declaró por videoconferencia desde su casa de San Luis.

Jorge Adalberto Nadal es un sobreviviente. Pasó por distintos centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar, y este martes realizó un escalofriante relato ante el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata sobre las brutales torturas que sufrieron tanto él como su familia, y lo mucho que le costó recuperar a su hijo apropiado.

Desde su casa en la ciudad de San Luis, el ex militante del PRT no dejó ningún detalle por contar. "El plan sistemático de los genocidas no se conformó con nosotros y fueron por nuestros hijos. A mi hijo Pedro lo busqué 30 años y mi otro hijo, Carlos, tuvo secuelas en su salud, todo este desquicio derivó en un trastorno psiquiátrico", declaró.

A mi hijo Pedro lo busqué 30 años y mi otro hijo, Carlos, tuvo secuelas en su salud, todo este desquicio derivó en un trastorno psiquiátrico

El hombre contó los hechos que rodearon su secuestro y el infierno que vivió a partir de ahí. Una patota lo levantó de su casa el 16 de mayo de 1975. Allí vivía con su pareja Hilda García, que en ese momento embarazada y su hijo, Carlos Alberto.

"Enseguida apuntaron con una ametralladora Halcón en la panza de mi compañera para asustarla, para humillarla, para ver tal vez si abortaba", recordó el hombre y describió la saña con la que actuaron. "Uno de pegó un tiro a un conejo que era la mascota de mi hijo, frente a la mirada aterrada de él", confió.

Nadal fue introducido en un Ford Falcon y llevado a la Brigada de Investigaciones ubicada en Siciliano y Vernet conocida como el "Pozo de Banfield". Ese mismo día otras 31 personas fueron secuestradas y llevadas allí. Nadal recordó nombre por nombre ante la mirada atenta de los jueces que anotaban algunos tramos de lo que decía.

"Las sesiones de tortura se hacían sobra una cama elástica de alambre romboidal. Ataban un cable al dedo gordo de pie y a veces nos tapaban con sábana mojada", precisó. "Aplicaban tortura en los ojos, las fosas nasales, los genitales y también me efectuaron un tiro de 45 en la rodilla, lo mismo hicieron en uno de los lóbulos de mis orejas", contó.

El crudo relato continuó con lo que vivió su familia desde ese momento. La madre de Nadal, en la provincia de San Luis, se acercó a hablar con el Obispo Diocesano Juan Rodolfo Laise, quien, según recordó el testigo, la echó diciéndole: "Señora, retírese. Nosotros a las madres de los comunistas subversivos no las recibimos".

Hilda, la compañera de Nadal, fue secuestrada en marzo de 1976, junto a su bebé Pedro. El mayor de sus hijos, Carlos Alberto, de 3 años, fue rescatado y llevado junto a sus abuelos maternos por una compañera de militancia de la madre.

La mujer de Nadal estuvo cautiva en el Pozo de Quilmes y hoy sigue desaparecida. Pedro Luis fue apropiado y entregado a un policía de la Brigada de Quilmes, Luis Ferian, quien lo crió como propio junto a su esposa, Yolanda De Francesco.

"Mi hijo creció con la idea que era hijo de Ferian, que le había dicho que su mamá era una loquita, una mujer ligada a la prostitución que lo había parido y no lo quería y que como él era el padre biológico lo había recibido", precisó.

El sobreviviente contó que cuando se fue a Francia, después de aprender el idioma y conseguir un trabajo pudo traer al país a su hijo Carlos Alberto. El chico "tuvo problemas de salud desde los 3 a los 14 años, como sangrados a nivel intestinal, una úlcera aguda" y a eso se le sumó un trastorno psiquiátrico y un linfoma de Hopkins.

Al volver del exilio, en 1984, se puso en contacto con Abuelas de Plaza de Mayo y fue ayudado por muchos compañeros y compañeras para buscar a su otro hijo, a quien finalmente encontró bajo el nombre de Luis Alberto Ferian.

"Por todas estas secuelas vividas pido que cuando dicten sentencia sea una sentencia firme en tiempo y forma", reclamó Nadal, de forma tajante, frente a los jueces.