La Unión | LOMAS

El recuerdo de "Quique", el diarero asesinado que era querido por todo el barrio

DOLOR. El brutal crimen de Enrique Devita conmociona a Villa Independencia. Su familia sigue exigiendo justicia y que detengan al asesino.

La esquina de Olmos y Bustos no es la misma hace algunos días. Parecería como apagada, gris. El dolor por el brutal asesinato de Enrique Omar Devita se sentir. El movimiento en las calles no es el habitual. Y el puesto de diarios cerrado, colmado de flores y carteles de afecto demuestra lo que significó el crimen de "Quique" para el barrio.

El viernes a la mañana algo cambió. Los cinco disparos quebraron también el ánimo de la gente. Y el recuerdo de Enrique se multiplicó en charlas, anécdotas, historias y mensajes que algunos de sus habituales clientes pegaron en la puerta del kiosko de diarios. "Cuantos mates, risas y momentos vividos", evocan Adri, Colo, Silvi y Dani en una nota casera.

"Hoy nos toca no verte más físicamente, pero sabemos que siempre vas a estar con nosotras", juran "las chicas". "Te vamos a extrañar muchísimo. Eras muy querido por todos. Bueno, humilde, trabajador y siempre con ese buen humor, te hiciste querer mucho. Nos duele mucho cómo nos dejaste", reza Vilma. Y Angie dice que va a extrañar a su "amigo del alma".

Hugo, el comerciante de en frente que asistió a Enrique segundos después de que fue atacado por Julio Rafael Mosevihc, cuenta que "Quique" era una persona a la que conocían "de toda la vida" en el barrio. "Antes este puesto lo manejaba el padre. Él lo heredó y siempre estuvo acá. Apenas aprendió a andar en bicicleta, empezó a repartir diarios", confía.

Lo describe como "un hombre trabajador" y como "la mejor persona".  "No tengo palabras para explicar lo que pasó", dice y hace una pausa antes de arrancar su relato. "(El viernes) era un día normal de trabajo. En el video se ve la cantidad de gente que había. Para un auto, se baja una persona y sin mediar palabra saca un revolver y le pega cinco tiros", apunta.

Apenas escuchó los disparos, Hugo cruzó la calle y trató de ayudarlo. "El tema es que cuando lo trato de incorporar, me di cuenta que tenía dos tiros en los omóplatos, y empezaba a emanar sangre por la boca", agregó. "Enseguida, en un minuto, llegó la patrulla, lo cargamos y lo llevamos a la clínica 2 de Abril, pero no hubo caso", se lamentó.

Enrique tenía 49 años y el kiosko de diario cargaba prácticamente la misma edad. Era toda una entidad en el barrio. Por eso todos lo reconocían. Su hija Agustina recuerda que cuando pasaba por el puesto y se quedaba un rato con él "todo el que pasaba era: 'Hola Quique', '¿Qué hacés Quique?' Quique, Quique, Quique..., medio mundo lo conocía". 

"Era un buen tipo mi viejo y lo va a seguir siendo toda la vida", sentencia antes de quebrarse y soltar algunas lágrimas. Mientras sigue insistiendo con su pedido de justicia. "Quiero que mi papá pueda descansar en paz", exige.

A PLENA LUZ DEL DÍA

El asesinato ocurrió a la vista de todos. A plena luz del día y cuando el movimiento de gente en la esquina de Bustos y Olmos ya era intenso. El viernes a la mañana, Julio Rafael Mosevich frenó su Volkwagen Fox enfrente del puesto de diarios de Devita. Se bajó, camino unos pasos, sacó un arma que tenía en la cintura y lo acribilló de cinco balazos.

El violento homicidio quedó registrado por una cámara de seguridad. Las imágenes no dejan lugar a dudas. Mosevich la fue directamente a buscar a Devita. De hecho una persona que estaba junto a él al momento del crimen, adentro del puesto de diario, pudo salir corriendo y salvarse de milagro. El asesino después de cumplir su cometido, se subió al auto.

Desde entonces, Mosevich es intensamente buscado. El sábado trascendió que había sacado un pasaje para irse a Portugal y la DDI de Lomas de Zamora desplegó un fuerte operativo en el Aeropuerto de Ezeiza y los alrededores. El sospechoso nunca apareció. Por eso su identikit comenzó a circular por todas las comisarías de la zona.

Los investigadores de momento analizan las cámaras de seguridad para determinar hacia dónde fue y dónde se escondió. Al cierre de esta nota, según fuentes judiciales, eran pocas las pistas que hay sobre su paradero.

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