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"Mi testimonio tardó 45 años en ser escuchado"

Juicio. Laura Franchi, sobreviviente del Pozo de Banfield, brindó detalles escalofriantes sobre los días que estuvo detenida. 

"Es un orgullo estar ante un Tribunal y dar un testimonio que tardó 45 años en ser escuchado", señaló Laura Franchi en el inicio de la audiencia N°12 del juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en el Pozo de Banfield.

El Pozo comenzó a funcionar como centro clandestino desde fines de 1974, año en el que fueron secuestradas y torturadas una decena de personas. Una de ellas es Laura, que estaba embarazada de su hija Silvina cuando la llevaron a la Brigada de Banfield. "Me trasladaron de la Comisaría de Quilmes a Banfield en una camioneta y de forma muy facinerosa. Después de bajarme, me pusieron contra la pared e hicieron un simulacro de fusilamiento para impresionarme", relató Franchi por videoconferencia desde el Consulado argentino en Francia.

Luego la encerraron en una celda, donde hablaba con una persona que se identificaba como un policía que estaba preso porque no coincidía con las cosas que le hacían a los detenidos. "Una noche me dijo que sabía cuáles eran las salidas del lugar y que podía escaparme. Yo no tenía intención de hacerlo pero me di cuenta que ese policía se hacía pasar por detenido para controlar a la gente", agregó.

Durante los diez días que estuvo en el Pozo, Laura contó que no tuvo ningún control médico por su embarazo y que los interrogatorios eran en un sótano oscuro. "Me apuntaban con reflectores que me impedían ver las caras de las personas que me interrogaban. Querían información sobre mi esposo Mario Stirnemann, que era sindicalista de Loma Negra y militante peronista", expresó Laura y agregó: "Usaban un vocabulario denigrante. Nos decían que éramos subversivos, asesinos y no pensábamos en nuestros hijos".

Posteriormente fue trasladada a la cárcel de Olmos, donde tuvo contacto con otras mujeres embarazadas. "Mi parto fue en el Policlínico de La Plata, encadenada. Después volví a Olmos y a los pocos días me intervienen de urgencia porque me había quedado un pedazo de placenta, y luego me da una cistitis que me hizo perder un riñón", expresó Laura, que en 1976 fue llevada a Devoto y, tras ser liberada en 1981, se exilió en Francia.

Franchi es la primera sobreviviente directa en ofrecer su testimonio para este juicio contra 18 represores como Juan Miguel Wolk, Miguel Etchecolatz, Jorge Bergés, Jaime Smart, Federico Minicucci y Roberto Balmaceda.

SECUELAS Y RECONSTRUCCIÓN

María Stirnemann, una de las hijas de Laura Franchi, tenía 4 años cuando fue detenida junto a su madre y su tío el 23 de noviembre de 1974 en Quilmes. Los tres estuvieron en la Comisaría 1ra, antes de que Laura sea llevada al Pozo de Banfield. 

"Fui recuperando poco a poco la memoria. Tuve amnesia postraumática, crisis de nervios constantes, sufrí anorexia y recibí tratamiento psiquiátrico", recordó durante su testimonio. 

Su padre era Mario Stirnemann, que al momento de su secuestro en 1975 caminaba por las calles de Temperley hacia su trabajo. En 1994, el cuerpo de Mario fue identificado en el Cementerio de Lomas por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Mientras que su hermana Silvina, nacida en cautiverio, contó que "a los 20 años del golpe creamos H.I.J.O.S París con mi hermana y otros compañeros. Fue mi reincorporación a mi propia historia, sentí que la distancia del exilio se acortaba", remarcó.

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