La Unión | LOMAS

Verbitsky brindó detalles sobre el secuestro de obreros en la dictadura

Novena audiencia. En el juicio del Pozo de Banfield, el periodista dio testimonio sobre la complicidad empresarial con el terrorismo de Estado y el caso de Luis Jaramillo.

Alrededor de 400 testigos declararn en el juicio

Alrededor de 400 testigos declararán en el juicio.

La novena audiencia del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Pozo de Banfield tuvo como protagonista al periodista Horacio Verbitsky, quien brindó detalles sobre la responsabilidad empresarial en los secuestros de trabajadores de la fábrica de calefones Saiar.

"Existió responsabilidad de la patronal en los crímenes cometidos contra sus trabajadores. Luis Adolfo Jaramillo fue secuestrado por los grupos de tareas de la dictadura con la complicidad de la empresa, en noviembre de 1976, cuando acababa de cobrar la indemnización por ser echado de la fábrica", aseguró Verbitsky, que declaró como testigo de contexto ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.

El secuestro de Jaramillo es uno de los delitos que forman parte del juicio contra 18 represores. El hecho fue investigado por el periodista e incluido en su libro "Cuentas Pendientes", que aborda la complicidad empresarial con el terrorismo de Estado. "No era militante político y no era delegado, pero tenía una enorme influencia sobre sus compañeros", contó sobre el obrero oriundo de Chile. 

Jaramillo había advertido a la empresa que se requería más tiempo para fabricar una pieza y, que si se apuraba la producción, corrían el riesgo que los termotanques no funcionaran correctamente. "Coincidiendo con la lucha política del regreso de (Juan Domingo) Perón y la convocatoria a elecciones libres sin prescripciones, se dio un crecimiento de los movimientos sindicales combativos dentro del peronismo y la izquierda clasista que lograron reivindicaciones para los trabajadores. Las empresas no lo pudieron evitar y eso les generó un enorme resentimiento y la promesa de venganza cuando la situación política lo permitiera", remarcó Verbitsky.

Luego, el periodista destacó que en ese contexto "tuvo mucha influencia Jaramillo y los trabajadores consiguieron mejoras salariales importantes como el pago de horas extras en proporciones sin precedentes y que la empresa entregara ropa de protección". "Frente a esto, los empresarios prometieron venganza y después del Golpe de 1976 militarizaron la planta, secuestraron trabajadores y los torturaron", agregó. 

Para su investigación entrevistó a trabajadores de la firma Saiar y también a un exgerente de la empresa de Quilmes, quien le detalló que en 1975 "un grupo de empresarios representantes el Conurbano fueron citados a una reunión en el Edificio Libertador, sede del Comando del Ejército, donde en una sala y con una gran mesa los militares pidieron y los empresarios les suministraron los datos para la represión".

EL JUICIO

El juicio que comenzó el 27 de octubre se extenderá por varios meses y tendrá declaraciones de unos 400 testigos. El TOF 1 de La Plata juzga a 18 represores acusados de 500 delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de tortura, detención y extermino conocidos como el Pozo de Banfield, el de Quilmes y El Infierno.

Juan Miguel Wolk, Miguel Etchecolatz, Jorge Bergés, Jaime Smart, Federico Minicucci y Roberto Balmaceda son algunos de los imputados por homicidios, privación ilegítima de la libertad, aplicación de tormentos, abuso sexual con acceso carnal y apropiación de bebés.

Las audiencias se transmiten en vivo los martes, de las 9.30, por el canal de Youtube del Poder Judicial.

Temas Relacionados