Valenzuela, el crack lomense que brilla en el pádel

De Lomas al mundo. Ramiro tiene 15 años, es de Ingeniero Budge y ya sabe lo es ser campeón nacional, panamericano y mundial del deporte. Hoy se prepara para un gran 2021.

Esta nota arranca con una propuesta para el lector. Imagínese, por un instante, ser el mejor en lo que hace. El mejor del mundo entero. Que no haya nadie que haga mejor eso. ¿Suena complicado tomárselo con normalidad, no? Hasta genera algo de ansiedad el solo hecho de pensarlo. Bueno, Ramiro Valenzuela tiene apenas 15 años, ya fue campeón mundial de pádel en su categoría y convive con ese éxito con absoluta tranquilidad.

La historia de este lomense de Ingeniero Budge se empezó a escribir a los 9 años, cuando siguiendo a su papá Andrés al club, empezó a practicar el clásico deporte de los '90. "Mi papá lo jugaba y yo lo acompañaba a verlo. Empecé a practicar y de a poco fui aprendiendo golpes y viendo que me gustaba", contó Rama, quien arrancó con el deporte en el Club Approach Padel, en la calle Frías.

Un tiempo después ya empezaban a verse señales de un futuro promisorio. "Empecé a competir a los 10 años, con torneos de clubes, y a los 12 tuve mi primera experiencia internacional en Málaga", recordó. En este sentido, vale el dato de que España, junto con Argentina, son las dos grandes potencias del pádel en el mundo.

En ese primer mundial de 2017 y junto a su compañero Tino Libaak empezó a escribir la historia grande consagrándose campeón aunque, en 2016 y a nivel panamericano, también había logrado el título. "Tino es de Villa Mercedes, San Luis. A lo largo de los nacionales, jugamos un año entero, clasificamos al Mundial y fuimos a España donde ganamos el título en nuestra categoría", explicó Rama. "Pasó todo muy rápido. No lo podíamos creer. De estar casi perdidos en cada partido porque no estábamos acostumbrado a jugar en la cancha que juegan ellos habitualmente, a salir campeones y ganarle a España que es líder mundial. Fue algo increíble", relató.

Más increíble es la calma con la que convive con ello. "Al principio fue una gran sorpresa pensar en que era campeón mundial pero con el pasar del tiempo fue como algo natural ya, una anécdota. Muchos me felicitan pero soy consciente de que todavía faltan muchas cosas más. Esto es solo el comienzo", dice Valenzuela, con la tranquilidad de quien se sabe bueno para lo que hace.

En 2019, alcanzó el tercer puesto en el Open Mundial, y fue subcampeón con la Selección Argentina de Menores por equipos. Para este año tenía más de una veintena de torneos en carpeta pero el Covid frenó todo. "Fue una pena porque había hecho una muy buena pretemporada en febrero y en marzo había competido en dos torneos pero se frenó todo. Hasta octubre no volví a jugar y al principio me costó, se sentía la falta de ritmo. Paso a paso lo fui recuperando", señaló el joven que hoy forma parte del equipo de atletas de Alto Rendimiento del Municipio de Lomas.

En este sentido, tres veces por semana acude al Gimnasio del Parque de Lomas para trabajar el aspecto físico y todos los días juega en distintas canchas de la región y otros distritos.

Hoy, la expectativa está puesta en volver a jugar, probablemente en abril, cuando arranque nuevamente el circuito. Pero en Ramiro hay una paciencia particular, como si no se tratara de un Nº1. "Se que me falta mucho camino por recorrer y recibo de parte de mi familia y de mis amigos solo palabras de aliento y orgullo. Todos me dicen que tengo futuro, que siga adelante. Me da motivación el saber que estoy haciendo las cosas bien y sueño con ser parte del World Padel Tour", cerró.