Sarajevo, la guerra y su biblioteca 

Mundos personales. La historia de un monumental edificio que quedó en ruinas, pero pudo volver a erigirse y se transformó en un símbolo. 

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En medio de la Guerra de los Balcanes, el edificio conocido como Vije?nica, donde funcionaba la Biblioteca de Sarajevo, quedó reducida a escombros luego de sufrir un atentado de las fuerzas serbias.

El incendio destruyó miles de libros y numerosos incunables y documentos históricos, mientras que las publicaciones que se contaron por millones también se perdieron para siempre. En el catálogo también había rarezas editoriales, que terminaron siendo presa del fuego.

Ante este hecho y a modo de una resistencia pacífica, en octubre de 1992 el músico bosnioherzegovino Vedran Smailovi? generó que el mundo ponga sus ojos en él al tocar su celo en las ruinas de ese magnífico edificio.

Más allá del ataque a la Biblioteca, ese hecho y la actitud del músico era una postal simbólica de los padecimientos que sufría Sarajevo en aquellos días.

La antigua sede del Gobierno bosnio se había transformado en la Biblioteca Nacional. Ese bello edificio se había terminado de construir en 1894, un siglo antes del atentado.

La arquitectura tenía elementos árabes al estilo de las mezquitas, heredados del Imperio Otomano, y los mantuvo a pesar de que la ciudad pasó a integrar el Imperio Astro-Húngaro.

Durante la Guerra de Bosnio y tras la disolución de Yugoslavia, en la primera parte de los '90, los edificaciones con rasgos orientales eran carne de cañón de las fuerzas serbias.

Vueltas del destino, el acusado de perpetrar el ataque era un asiduo visitante de la institución. El profesor Nikola Koljevic era un apasionado de la lectura. Por entonces estaba considerado como uno de los estudiosos de William Shakespeare más importantes de Yugoslavia.

Ante la independencia de Croacia y Eslovenia, se convirtió en el número dos de la formación ultranacionalista serbia que dirigía Radovan Karadzic.

El profesor Koljevic, en su condición de intelectual del nacionalista Partido Democrático Serbio, fue uno de los principales alentadores del sitio que se estableció sobre Sarajevo durante casi cuatro años para forzarla a rendirse.

La guerra duró poco más de tres años y causó cerca de 100.000 muertos, entre civiles y militares, y casi 2 millones de personas que debieron dejar su tierra.

Este amante de la literatura, reconvertido tristemente en el autor ideológico del atentado de la Biblioteca Nacional y de otros hechos sangrientos, tuvo un triste final.

Siempre a la sombra de su hermano mayor y con la posterior perdida de un hijo, Koljevic cayó en el alcoholismo. El 16 de enero de 1997 intentó suicidarse disparándose en la cabeza, y murió una semana más tarde en un hospital de Belgrado.

La Biblioteca se reconstruyó y fue reinaugurada en 2014, gracias a los aportes de la Unión Europea y el gobierno de Qatar.

Desde el año 1997 cada 24 de octubre, como este sábado, se celebra en varios países el Día Internacional de las Bibliotecas para conmemorar la historia de la Biblioteca de Sarajevo.

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