Anahí Benítez: otro especialista criticó el operativo de Tula y el can Bruno

AVANZA EL JUICIO. Jeff Schettler, experto en búsqueda de rastros con perros, cuestionó con dureza el procedimiento realizado por el adiestrador. "Bruno fue inducido", sostuvo.

Jeff Schettler, reconocido especialista en búsqueda de rastros con perros, vino desde Estados Unidos hasta Lomas de Zamora para declarar en el juicio por el femicidio de Anahí Benítez. El experto criticó duramente el procedimiento de Diego Tula con el can Bruno.

El operativo llevado adelante por Tula y su perro en 2017 sigue en el ojo de la tormenta. Tras recibir fuertes críticas de Juan Carlos Lombardi, juez internacional de la Federación Cinológica Argentina, ahora su labor fue desacreditada por Schettler, una voz más que autorizada en la materia, con 29 años de experiencia. Durante casi cuatro horas, el especialista vio los videos de todas las intervenciones de Tula y señaló una gran cantidad de fallas según su criterio.

"Stop", repitió Schettler decenas de veces para detener las filmaciones y hacer correcciones, ayudado por dos traductoras. Al analizar la toma de olores en la casa de Anahí, su opinión fue contundente: "Desde el punto de vista forense, no hay ningún tipo de control para ningún tipo de evidencia. No encuentro una razón válida para que haya tantas personas dentro de la escena. Sólo deberían estar los que van a tomar las muestras. No se tuvo en cuenta cuánto se podían contaminar los olores".

En la misma línea, Schettler remarcó que Tula y sus ayudantes "ya estaban usando los guantes antes de entrar", por lo cual no podían obtener "un olor puro" que luego el perro de rastreo pudiera seguir. "Revisan la basura y luego agarran las bolsas con muestras de olor. El corpiño de Anahí pasa de mano en mano. Si es evidencia forense, tendría que haberse cuidado apenas se obtuvo. Las muestras de olor ya estaban contaminadas antes de ponerlas en las bolsas", cuestionó.

La crítica más fuerte del especialista llegó cuando le mostraron los videos del operativo en la Reserva Santa Catalina. Bruno había marcado el rastro de Anahí en la propiedad de Bazán y también el olor del imputado en la fosa donde encontraron enterrada a la joven. Schettler no dudó en afirmar que "este comportamiento del perro fue inducido" y aclaró que "el olor de una persona dura entre 6 y 12 horas", muchísimo menos que lo estimado por Tula.

"Se está usando lenguaje corporal y verbal para inducir al perro. Las señales que le está dando Tula al perro son para que reaccione. Es una orden para que el perro haga algo. (Bruno) no tiene libertad de movimiento", profundizó el estadounidense, y puso en duda los ladridos del can que, según Tula, eran marcaciones: "El perro ladra por todo. Tiene la tendencia a ladrar cada vez que Tula hace algo".

Posteriormente, se le mostró la filmación del perro yendo desde la fosa hacia la casa de Bazán. Schettler observó a Tula presentándole el olor a Bruno tomándolo del hocico. "Ese es uno de los peores métodos. Se está usando fuerza y puede generar rechazo. Raramente los perros siguen el recorrido correcto porque no les gusta esa situación", sostuvo.

Acto seguido, Jeff puntualizó lo que para él eran inducciones de Tula hacia el can: "Vean la inclinación de Tula. Está tratando de llevar al perro a la izquierda. El perro se mueve a la derecha y por la presión de Tula, va a la izquierda. El perro no estaba trabajando, fue inducido de principio a fin".

Cuando Tula declaró semanas atrás, había dicho que le puso una correa corta a Bruno para poder controlarlo mejor y evitar que enganchara y lastimara a otras personas. Schettler opinó distinto: "La correa corta sólo asegura que el perro tenga la reacción que queremos. El perro quiere dirigirse a otro lugar y Tula no lo deja".

Por otro lado, le preguntaron si era correcto que a un perro le presenten tres olores distintos en un mismo operativo (en este caso, el de Anahí, el de Bazán y el de Francisco Agostino, uno de los primeros sospechosos allá por 2017). Schettler fue tajante: "Es algo que no se puede hacer. El perro siente mucha frustración de estar haciendo lo mismo una y otra vez".

¿HAY PERROS 100% EFECTIVOS?

Cuando le consultaron a Schettler si un perro y su guía podían ser 100% efectivos como había considerado Tula, el experto norteamericano lo volvió a desacreditar: "Es imposible y no tiene sentido. Tal como los humanos, los perros tampoco son perfectos. Alguien que dice eso está hablando desde sus emociones y no sobre hechos, porque no hay ninguna realidad que avale esto. Si un perro tiene éxito el 30% de las veces, ya es un muy buen perro, pero el porcentaje de éxito es, de hecho, menor".

Asimismo, Schettler negó que un perro pueda ser interpretado únicamente por su guía: "No es correcto. Cualquier adiestrador puede leer a otro perro, porque se dedica justamente a entrenarlos".

Sobre el final de la audiencia, la madre de Anahí, Silvia Pérez Vilor, solicitó a través de su abogado Guillermo Bernard Krizan que se hiciera un careo inmediatamente entre Tula y Schettler para resolver todas estas múltiples diferencias de criterio. Los jueces Daniel Mazzini, Santiago Márquez y Gustavo Ramilo rechazaron el pedido. "No hay contradicciones fácticas, son opiniones de dos expertos sobre una medida ya realizada", explicó Mazzini.