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Con duras críticas, declaró la mamá de Anahí Benítez en el segundo juicio

justicia. Ayer por la mañana comenzó el segundo juicio por el femicidio de la adolescente que fue hallada semienterrada en la Reserva Santa Catalina en agosto de 2017.

Encontraron su cuerpo el 4 de agosto de 2017 tras días desaparecida

Encontraron su cuerpo el 4 de agosto de 2017, tras días desaparecida.

Con duras críticas a la investigación y a la justicia, este miércoles declaró la madre de Anahí Benítez en el segundo juicio por el femicidio de la adolescente de 16 años que fue retenida, drogada, violada y estrangulada en 2017 en la Reserva Santa Catalina.

El proceso inició pasadas las 10 de la mañana en la sala grande de planta baja del edificio central del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 7, compuesto por los jueces Daniel Mazzini, Santiago Márquez y Gustavo Ramilo, se ocupará de juzgar a lo largo de diez audiencias a los dos únicos imputados por el crimen, Marcelo Villalba y Marcos Bazán.

La primera en sentarse frente al Tribunal y prestar declaración fue la madre de la víctima, Silvia Pérez Vilor, quien comenzó a relatar lo ocurrido desde aquel lejano 28 de julio del 2017, la noche previa a la desaparición de su hija. "Vengo a buscar la verdad, me la deben. El tiempo transcurrido es peligroso", dijo Silvia con enfado.

Primero apuntó contra la fiscal Fabiola Juanatey, titular de la UFI N°2, quien nunca quiso recibir el caso, luego contra el fiscal Hugo Carrión, a quien reprocha una falla en la cadena de custodia de una prueba fundamental. Se trataba de la muestra de tres cabellos de 50 cm que coincidían morfológicamente con los de Anahí, que fueron extraídos de la vivienda de Bazán. "Los sobres con las muestras llegaron vacíos, y eso no debió suceder", exclamó.

Comenzó a testificar e interrumpió su relato para exhibirle al Tribunal un afiche con una fotografía de Anahí: "Si no la conocen, se las presento".

"Me llama la atención de que Bazán haya tenido el dinero para pagarle a cinco abogados y yo no tengo para pagarle a ninguno, que tenga el dinero para poner pasacalles, afiches. Me gustaría saber quién lo financia todo eso", agregó. "No me gusta cómo se llevó a cabo la investigación. Acá hay una sola víctima que fue mi hija y que murió a los 16 años de edad. Yo no pretendo nada más que pedir justicia", manifestó y disparó: "Con mentiras, forzaron un nuevo juicio".

Luego, declaró su papá Adrián Benítez, quien pidió "que se sepa todo y que si esta gente no tiene nada que ver, que demuestren lo contrario". Luego, le siguieron el hermano de Anahí, Jesús David Rocco, su novio Elías Domínguez y sus amigas Valentina Ballarino, Victoria Rettore y Victoria Castaldo. En la sala estuvieron presentes familiares y amigos de Anahí; y seres queridos de Bazán.

Para el Ministerio Público Fiscal, representado por la agente Mariana Monti, el 29 de julio del 2019 en horas de la tarde, Anahí Benítez salió a caminar por el barrio, hasta que los acusados la interceptaron y se la llevaron, suministrándole Diazepam con el fin de facilitar su cautiverio.

Entonces, Villalba se apoderó del celular de la joven, un teléfono marca Samsung Galaxy Core, cambiándole el chip para luego regalárselo a su hijo menor. Se deshizo de la funda y la tiró contra la vivienda lindera de su domicilio.

En tanto, ambos trasladaron a Anahí a la vivienda de Bazán, ubicado dentro de la Reserva Santa Catalina, a pocos pasos de la estación ferroviaria. "Allí, Marcelo Villalba abusa sexualmente de Anahí, por medio anal, con la participación de Marcos Bazán quien proveyó el lugar", apuntó la fiscal ante el tribunal durante los alegatos de apertura.

"Entre el 3 y 4 de agosto, al verse cercados por el personal policial, matan a Anahí. Le efectúan una compresión en el cuello y la matan por asfixia. Luego, trasladaron su cuerpo, donde finalmente fue encontrado, a 240 metros de la casa de Bazán", agregó. El cadáver de la joven fue hallado dentro de la reserva, en el predio perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata.

Villalba (46) es imputado por "Robo, abuso sexual agravado por acceso carnal, privación ilegítima de la libertad y homicidio triplemente calificado". En el primer juicio, en junio de 2020, dejó de ser juzgado en la segunda audiencia porque se concluyó que era un "psicótico" que no estaba en condiciones. Actualmente se encuentra detenido en la Unidad Penitenciaria N°34 Melchor Romero, desde donde permanecerá a lo largo del proceso judicial, a solicitud de su letrado defensor Roberto Fernández.

En tanto, Bazán (39), quien fue excarcelado en octubre del año pasado, es juzgado por los delitos de "Privación ilegítima de la libertad, homicidio triplemente calificado y abuso sexual agravado en carácter de partícipe". Para la fiscalía, ambos son considerados coautores del crimen.

Monti dejó en claro que en caso de no poder probar los hechos por los que se lo acusa, pedirá que se lo juzguen por "Encubrimiento por un hecho consumando especialmente grave en el que no participó".

En misma línea, el letrado representante de la familia Guillermo Bernard Krizan, apuntó que ambos imputados actuaron "de manera coordinada" y que "mínimamente Bazán ha encubierto el crimen y colaborado con Villalba".

Por su parte el abogado defensor de Bazán, Manuel Garrido, el presidente de la organización Innocence Project Argentina, planteó: "Armaron una causa contra Marcos Bazán porque entraba en el estereotipo que necesitaban".

También, denunció que los procedimientos a lo largo de la búsqueda de la adolescente fueron "extraños y sesgados", que se plantaron pruebas, que se extorsionaron testigos y que hubo informes falsos. "Estuvo preso por un delito que no cometió, por una causa armada que no se puede comprobar. Esta es la oportunidad de hacer justicia por Marcos Bazán", concluyó.

El TOC 7 pasó a un cuarto intermedio para el próximo viernes 3 por la mañana con la declaración de más testigos. Se espera el testimonio de efectivos policiales que participaron del rastrillaje.