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El rompecabezas de Zubeldía pensando en el armado de Lanús

complicaciones. El técnico de Lanús tendrá la difícil tarea de rearmar el equipo tras la salida de la mitad de los titulares del torneo pasado. 

Zubeldía tiene mucho trabajo

Zubeldía tiene mucho trabajo.

Lanús ya concretó la venta de Marcelino Moreno a la MLS de los Estados Unidos y, en los próximos días, podría cerrar la transferencia de Lautaro Valenti a la Serie A de Italia. De confirmarse la salida del zaguero central, serían cinco los titulares que perdería Luis Zubeldía. 

Se dice que los equipos se arman de atrás hacia. Entonces, la primera complicación para el técnico Granate será resolver con quién reemplazará a Agustín Rossi, uno de los puntos más altos del equipo en la pasada temporada. Por un lado, está el chico Lautaro Morales, de recorrido en selecciones juveniles. Por el otro, Lucas Acosta, que llegó libre de Belgrano de Córdoba y que no ataja hace más de dos años. 

En la defensa, Zubeldía perdió una pieza clave como Ezequiel Muñoz y está a punto de ver irse a Valenti. La zaga central es, seguramete, la zona donde el DT podría pedir con más insistencia reforzar, ya que sólo cuenta con Guillermo Burdisso como alguien de experiencia (los otros centrales del plantel son los juveniles Matías Pérez y Nicolás Thaller, de una larga inactividad por una lesión). 

En los laterales, se presenta el desequilibrio. Por la derecha cuenta con abundancia: José Luis Gómez, recuperado y tratando de ponerse a punto, se suma a Leonel Di Plácido y a Nicolás Morgantini. En tanto que por la izquierda, ante la salida de Nicolás Pasquini a Estudiantes de La Plata, sólo quedan Alexandro Bernabei y el chico Julián Aude, que aún no debutó en Primera pero que es del gusto del cuerpo técnico. 

En la mitad de la cancha, el Granate perdió a Marcelino Moreno, el hombre más desequilibrante del equipo, el que cambiaba el ritmo, el que le aportaba gambeta. Como reemplazo natural, por características, aparece Matías Esquivel, con un puñado de partidos en la Primera. 

No obstante, también puede utilizar en esa zona a Lucas Vera, quien perdió terreno en los últimos meses de competencia (aunque en una posición más de equilibrio en la medular). Ahora, se le abre la chance de jugar más suelto, como en los primeros partidos del torneo 2019/2020, cuando dejó una muy buena imagen contra Gimnasia La Plata en el debut, probando de media distancia por su cercanía al área rival, y contra River en el Monumental, donde fue el futbolista granate más destacado después del arquero Rossi. 

En el eje, todo está claro: seguirá jugando Facundo Quignón, uno de los jugadores más regulares del equipo. Atrás, esperará el otro refuerzo: el paraguayo Cristian Nuñez. El otro lugar de la mitad de la cancha se lo podrían disputar Tomás Belmonte, a quien Zubeldía le reconoce su llegada al área rival, o Facundo Pérez, quien tuvo buenas participaciones en Tucumán, contra Atlético, y contra San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro, hasta que fue reemplazado por Fernando Belluschi, otro candidato a meterse en el equipo si logra ponerse bien físicamente. Además, cuenta nuevamente con Gastón Lodico, que volvió de su préstamo por Hungría.

Por último, en el ataque, Zubeldía sabe que cuenta con dos hombres inamovibles por historia y por presente: Lautaro Acosta y José Sand. El acompañante, que hasta que se jugó al fútbol fue Carlos Auzqui, a quien se le venció el préstamo y tuvo que volver a River, podría ser Pedro De La Vega (quien, además, es el preferido de los hinchas para llevar la "10" que deja Moreno). Hace unas semanas, el técnico de Lanús sostuvo que "es el momento de Pedro", por el juvenil nacido en Olavarría. 

En las próximas semanas, luego de concretadas las ventas, Zubeldía deberá definir, junto a los dirigentes, si Lanús apostará decididamente a los juveniles del club o si, con el dinero que ingrese por Moreno y Valenti, habrá que salir al mercado para buscar refuerzos para completar el plantel pensando en la Copa Sudamericana y la Copa Argentina. 

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