La Unión | LOMAS

Maltrato animal en Turdera: dan a conocer un caso estremecedor

IMÁGENES SENSIBLES. Una vecina le llevó tres gatos a la joven denunciada y uno terminó muerto. Asegura que, al principio, la chica se negaba a devolverlos. El impactante relato.

Una mujer entregó tres gatos a la joven de Turdera y le devolvieron uno muerto

Una mujer entregó tres gatos a la joven de Turdera y le devolvieron uno muerto.

En medio de la conmoción por la denuncia de maltrato animal en Turdera, salió a la luz un nuevo caso ligado a la adolescente acusada de lastimar, fracturar y mutilar gatos, perros, hamsters y aves para luego pedir donaciones.

La protagonista de esta historia es Paloma Aguirre, una vecina de Gerli que buscaba una gata nodriza para tres gatitos recién nacidos. Su caso ocurrió en el mes de octubre, unos meses antes de que estallara el escándalo contra la joven de Turdera. Sin saberlo, dejó a los animalitos en manos de esta chica y tuvo una experiencia aterradora.

"Esta persona dijo que era mayor y podía hacerse cargo de los tres gatos. Acordé poder comprarle comida para su gata y lo que sea necesario, siempre aclarando que los gatos los iba a adoptar yo pasado el tiempo de lactancia, a lo cual ella me dijo que aproximadamente tres meses tenía que quedárselos", comenzó su relato Paola a través de Facebook.

"A la noche me escribe diciendo que su gata necesitaba alimento para gato. Le digo que cuando saliera de mi trabajo se lo llevábamos con mi pareja con la intención de poder ver a los gatos", añadió. Hasta ahí, todo era normal. Lo tétrico empezó a la mañana siguiente cuando se le ocurrió preguntar cómo estaban los tres gatitos.

"Me dice que uno estaba muerto de los tres (dos negritos y un manchadito). El manchi estaba muerto porque desapareció, no estaba o se lo pudo comer la nodriza. Le dije que me dejó helada, que no me esperaba eso", reveló Paloma. Al preguntar cómo había fallecido el gatito, la chica de Turdera le puso varias excusas distintas: "Primero me dijo que desapareció. Después me dijo que la 'hermana' lo encontró y lo enterró. Luego, que ella lo encontró escondido y muerto y lo enterró, que lo iba a desenterrar para dármelo, porque yo le dije que si alguno fallecía, yo quería enterrarlo en mi jardín. Ella hizo lo que quiso. Me mandó fotos de mi gato en una bolsa". 

La vecina de Gerli empezó a desconfiar y pensó rápidamente en ir a buscar a los dos gatos que habían sobrevivido, pero se encontró con una respuesta que la hizo estallar de bronca: "Empezó a decirme que se iba a quedar con los otros dos negros, que eran de ella, que la noche anterior habían decidido eso, que no me lo iba a dar, que me iba a dar un gato rubio de los que tuvo su gata. Le dije que los gatos eran míos. Ella dijo que eso lo decidía ella, que yo le compre su alimento y se lo lleve".

Paloma insistió para recuperar a sus gatos pero no había caso. Del otro lado del teléfono, la joven de Turdera seguía negándose a devolverlos y ofrecía otros gatos a cambio. "Me terminó diciendo que su mamá no sabía que yo era dueña de los gatos y que se los quería quedar. El de manchas para su mamá, uno negro para ella y el otro negro para su 'hermana'. Le empecé a decir que yo iba a hablar con su mamá porque esto no podía ser", explicó.

Furiosa, Paloma fue de Gerli hasta Turdera para enfrentar cara a cara a la adolescente. Ahí la chica le confesó que tenía problemas mentales, algo que dijeron varios denunciantes. "Me entregó mis dos gatos negritos sin nada y a mi manchi en una bolsa. Al final me decía que ella tenía problemas, que su hermana jamás existió, que estaba medicada", señaló en el posteo.

"Yo confié para que ellos vivieran. Me mintió, me amenazó y me dio un gato muerto", cerró Paloma. Su caso sirvió para que un grupo de proteccionistas y vecinos realizara una denuncia contra esta familia de Turdera. La causa está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio en lo Criminal y Correcional Nº 5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. 

A casi tres meses de lo ocurrido, Paloma todavía se angustia al recordar lo que le tocó vivir. "El gato que ella me mató era chiquito pero igual de importarte para mi familia. Mi hija lo sufrió y ella es chica. ¿Cómo le tendría que explicar yo que le pasó a su gatito?", expresó en conversación con La Unión, y se quejó de que "lamentablemente a esta chica y su familia nadie les dice nada y las cosas siguen pasando".

Temas Relacionados