Campeón del mundo en taekwondo y futbolista: el talento de Tomás Benardoni

Talento local. Este joven lomense se coronó en lucha individual y terminó con 5 medallas, siendo de los destacados de la Selección Argentina. También juega en Inferiores y brilla en la séptima de Los Andes.

Tomás Benardoni es protagonista de una historia que, para muchos, podría corresponder a dos personas diferentes,  ya que en su cuerpo conviven dos deportistas en uno, ambos de élite. Y es que este joven lomense es, al mismo tiempo, campeón del mundo de taekwondo y a la vez un destacado futbolista de las Inferiores de un club de fútbol. 

Tomás, lo parece difícil de cumplir, lo hace con pasión. Y así, a fuerza de entrenamientos y dedicación, se destaca en las dos. Y lo hace representando al club de sus amores: Los Andes. Allí, en ese lugar que conoce como pocos, también cursa el secundario en el Colegio Ejército de Los Andes y eso lo hace un Milrayitas de ley.

"Los Andes, para mí, es lo más grande que hay. Soy hincha del club y lo quiero muchísimo. Arranqué en el baby fútbol cuando tenía cuatro años, después empecé taekwondo a los seis y ahora voy al colegio... mi vida está ahí", inició la charla con Diario La Unión.

NÚMERO UNO

Este camino en el deporte se tradujo rápidamente en buenos resultados. Y en taekwondo se transformó en uno de los mejores del país. Justamente, en el último Mundial de Holanda y como parte de la Selección Argentina, lo ratificó a nivel global: se coronó campeón mundial en lucha individual en la categoría juvenil y se volvió al país con cinco medallas, cuatro de oro (lucha individual, lucha por equipos, forma por equipo y rotura de habilidad por equipo) y una de bronce (rotura de poder).

"Fue algo único y hermoso lo que viví en Holanda", dijo, aún emocionado, este joven lomense que, en tierras europeas, tuvo su estreno mundialista como miembro del seleccionado y además se tomó revancha de lo que le sucedió en el Mundial anterior, en el que perdió en primera ronda. "En ese momento me quedó un gustito medio feo por cómo fue el combate, pero nunca bajé los brazo y ahora lo pude coronar con el título", valoró.

Y sobre lo que fue su recorrido, el representante de Asociación Taekwondo Sur comentó: "Un Mundial, de por sí, es complicado, están los mejores del mundo y sabía que todos los combates iban a ser difíciles. Fueron tres rondas, pero la primera me costó mucho porque ese combate, ante un británico, fue muy exigente y lo gané en desempate. Después superé a un argentino y en la final me tenía que enfrentar a un pakistaní, pero no se presentó por una lesión y fui campeón del mundo. Cuando me lo dijeron, me largué a llorar, no lo podía creer" 

EL FUTBOL, SU DEBILIDAD 

Más allá de ser un deportista de alto rendimiento en taekwondo, hoy el mejor del planeta en su categoría, el fútbol siempre le gustó y por eso nunca lo abandonó. De chiquito sueña con debutar en primera con la camiseta de Los Andes y eso lo motiva, aunque sin acelerar pasos. "Hoy mi objetivo es subir a Reserva y poder compartir plantel con mi hermano Matías (que juega de defensor en el equipo de Federico Caglieri)", remarcó en la charla con este medio.

Actualmente juega de extremo en la séptima división del Milrayitas y se define como "un jugador rápido y con buen remate", pero sabe que para llegar a primera tiene que "seguir mejorando". Por lo pronto, a paso firme, hace su camino en Inferiores.

"A mí me tira más el fútbol, es lo que más me gusta y me encantaría llegar a primera, pero por ahora voy a seguir con las dos actividades. Mientras pueda, lo haré porque ambas me gustan", remarcó esta promesa de Los Andes.

 UNA VIDA, DOS PASIONES

Benardoni, desde los 6, combina las dos actividades y lo hace con placer, sin tener la necesidad de elegir por una de las dos a pesar de las exigencias que demanda el alto rendimiento, y más en dos deportes a la vez.

"La llevo como puedo, pero lo disfruto. Si bien hay mucho entrenamiento en ambas porque estar en taekwondo en alto rendimiento demanda mucho tiempo y un gran esfuerzo, me gusta. A veces se me cruzaron los horarios, pero gracias al apoyo de todos lo pudimos sacar adelante y sigo firme con las dos actividades", comentó.

Y continuó: "Por ahora, los entrenadores me dicen que se pueden combinar. El taekwondo es una actividad en la que trabajo mucho el tema de la elongación y eso me ayuda en el fútbol. Y eso está muy bueno".

Así, de esta manera, Tomás sigue firme con sus dos pasiones y cumpliendo sus sueños, ya sea adentro del tatami o en una cancha de fútbol.

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