La confitería Gallardón, un emblema lomense que mantiene sus recetas

HISTORIA. En el Día del Panadero, el Diario La Unión visitó el icónico comercio que conserva los mismos secretos por herencia familiar para elaborar sus productos.

Todos los 4 de agosto se celebra el Día Nacional del Panadero, una profesión muy importante en el país. En Lomas existe una panadería icónica que mantiene la tradición de varias generaciones: la Confitería Gallardón, que abrió sus puertas en 1957. Nilda De Luca es esposa de Horacio Simondet y nuera de Eloy Simondet, quien fue uno de los primitivos dueños del espacio que hoy está ubicado en Piaggio 1079, pero que pasó por otros dos locales, el primero en la galería Gallardón y el segundo, en Meeks.

Nilda, junto a su hija Karina Simondet y su yerno Fernando Parrillo (los actuales encargados de atender el comercio) contaron la historia y remarcaron que la base del éxito es respetar las recetas originales que son herencias familiares. 

"Mi suegro Eloy empezó a trabajar en Laporte, pero al tiempo murió el señor Burguera y también 'Pocholo' Gallardón, uno de los hermanos que tenía la lechería. Al cerrar Laporte, mi suegro se unió a la lechería bajo el nombre de Configal Sociedad Anónima, lo que fue el puntapié inicial de la Confitería Gallardón", contó Nilda De Luca, que rápidamente agregó: "Eloy era el único que sabía de pastelería ya que su padre tenía una confitería en Junín, entonces empezó a enseñarle a varios muchachos sobre el tema. Varias fórmulas que nosotros tenemos para hacer los productos provienen de la herencia familiar de mi suegro".

"Gallardón era una familia destacada en Lomas. Ellos empezaron a trabajar con una lechería ubicada en Meeks y repartían la mercadería en carro", contó De Luca, que rápidamente explicó: "En la Confitería Gallardón se mantienen las recetas iguales, todo se hace de manera idéntica a los inicios. Ese es el éxito para que vuelva la gente, por la calidad de la mercadería".

En la Confitería Gallardón se mantienen las recetas iguales, todo se hace de manera idéntica a los inicios. Ese es el éxito para que vuelva la gente, por la calidad de la mercadería.

Actualmente, la confitería está atendida por Karina Simondet, hija de Nilda, y su esposo Fernando Parrillo, quien se comenzó a interesar en el oficio a tal punto de aprender sobre la panadería y la pastelería. "Me casé con Karina y así empecé a probar los gustos de la Confitería Gallardón, aproximadamente desde 1987. Después de muchos años comencé a aprender y, por situaciones de la vida, empecé a fabricar los productos", contó Fernando.

"Somos la mejor confitería de Lomas y de zona Sur. El trato que le damos al cliente es de primera calidad y nuestro corazón está con ellos", resumió Karina, que inmediatamente aseguró que el éxito de la firma "está en la mano": "Ser pastelero es una pasión y hay que vivir para esto, todo se siente cuando se ponen las manos en la masa". Los inconfundibles merengues con dulce de leche son una perdición y lo saben.

Somos la mejor confitería de Lomas y de zona Sur. El trato que le damos al cliente es de primera calidad y nuestro corazón está con ellos. Ser pastelero es una pasión y hay que vivir para esto, todo se siente cuando se ponen las manos en la masa.

"Hay clientes que se llevan nuestros productos al exterior, a otro país. Eso me genera mucha emoción porque estos gustos no los encuentran en otro lado", dijo Karina, muy orgullosa de su labor.

Karina no se olvidó de agradecer a Antonio Altieri, la persona que les enseñó el oficio y que físicamente ya no está presente: "Él nos dio la primera mano para hacer esto posible y fue un trabajo muy intenso. Hasta los últimos momentos de su vida nos inculcó la pastelería con los valores de aquellos años, haciendo hincapié en la materia prima de primera calidad, cómo trabajarlos y qué hacer. Era un maestro".

"Tenemos el sueño de que la Confitería Gallardón tenga sucursales, estamos trabajando para eso", concluyó Karina, mientras que Nilda cerró la entrevista con una frase emocionante: "Gallardón sigue vivo".

Tenemos el sueño de que la Confitería Gallardón tenga sucursales, estamos trabajando para eso.

Fue en 1957 cuando el Congreso Nacional Argentino estableció el 4 de agosto como el Día Nacional del Obrero Panadero. Se conmemora en esta fecha para recordar la creación del primer sindicato de panaderos del país llamado Sociedad Cosmopolita de Obreros Panaderos, en 1887.