Un camión casi la pasa por encima y dice que volvió a vivir

Natalia Martínez no se acuerda de nada, pero cuando le preguntan por lo que sucedió el jueves pasado en pleno centro de Lomas dice que volvió a vivir. Estaba cruzando la calle, en la esquina de Boedo y la avenida Hipólito Yrigoyen, cuando el conductor de un camión pasó el semáforo en rojo y la atropelló a ella y a su hija, que se salvaron de milagro.

Hoy lo puede contar, y eso ya es demasiado. Natalia sufrió múltiples contusiones, tiene cortes en la nariz, cuatro puntos en la cabeza, debe llevar un cuello ortopédico y admite que cada tanto se marea. "Estoy muy dolorida, estoy haciendo reposo en mi casa, pero cada tanto me vienen nauseas y mareos por los golpes y las secuelas", comentó.

Los médicos que la atendieron en el Hospital Gandulfo le hicieron una tomografía y no registraron que haya sufrido alguna fractura, así que su recuperación será más rápida. De todas formas, esta vecina, de 38 años, sabe que en los próximos días tendrá que volver a hacerse controles y pasar por una nueva tomografía para descartar un cuadro de gravedad.

"Hoy lo veo por el video, porque yo no recuerdo eso y no puedo creer lo que sucedió. Es indignante ver que te dejan ahí tirada, la desesperación de mi hija que no sabía si yo estaba viva o no, el charco de sangre, la cabeza abierta, es todo muy feo, una situación que no se la deseo a nadie", confió la mujer mientras intenta descansar en su casa

El hecho ocurrió el jueves pasado alrededor de las 15.20. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad de la zona. Natalia y su hija Daiana, de 18 años, esperaban para cruzar Hipólito Yrigoyen y cuando cambió el semáforo comenzaron a caminar.

Sin darse cuenta, en ese momento, el camión blanco Mercedez Benz, perteneciente a Industria Delgado SA, no piso el freno y siguió. Daiana intentó tironear a su madre del brazo, pero el camión la golpeó casi de lleno y la hizo volar algunos metros. Un joven, de 23 años, de nombre Milton, también fue embestido pero sin sufrir lesiones.

Daiana cuenta que cuando vio el camión ya era demasiado tarde. "Fueron microsegundos. De repente, veo la trompa del camión, la quiero manotear y como que me tiro para atrás, y cuando giro la cabeza mi mamá ya estaba en el piso", contó la joven. Con la adrenalina a mil, dice que lo primero que pensó fue "socorrer" a su mamá y "ver si estaba viva".

"Mi única reacción fue socorrerla. Veo el charco de sangre en el que estaba, que tenía la frente abierta porque le dieron cuatro puntos en la cabeza. Fue más la desesperación que no se moviera, que esté viva, que otra cosa, por suerte abrió los ojos", recuerda

Natalia, mientras tanto, no tiene recuerdos de nada. "Yo no me doy cuenta de nada. Esto fue a las 15.20 creo, y yo me despierto 20.30 en el Hospital cuando los médicos intentan animarme para que reaccione. Yo, ahí, no entendía nada. No sabía lo que me había pasado, no sabía que estaba en el hospital, no entendía nada", confió la vecina.

Lejos de deternerse, el conductor del camión no paró. Sino fuese por un grupo de personas que lo corrieron y le cruzaron el auto para frenar su marcha, el hombre se escapaba. "Si no lo para la gente para que no se vaya, el tipo se iba como si nada. Si hubiese tenido un poco de culpa, hubiese frenado y venido a fijarse como estaba", dice la mujer.

El camionero, de 48 años, fue detenido durante las primeras horas y después quedó en libertad. Está imputado por "lesiones culposas" en una causa que lleva adelante la Unidad Funcional de Instrucción Nº 10 del Departamento Judicial Lomas de Zamora.

Más allá de que saben lo que sucede con esta clase de siniestros de tránsito, la familia quiere que el hombre reciba una condena y que la Justicia lo castigue por lo que hizo. "Casi me mata, si mi hija no me tironea para atrás, me pasa por encima", resaltó Natalia.

"Ahora el tipo quedó libre porque dicen que no fue intencional el accidente, pero me dejó tirada y no quiso volver y pasó en rojo, no entiendo cómo dicen que no fue intencional", cuestionó la mujer.