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El Gobierno bonaerense se presenta como querellante en el caso Seijas

ddhh. Se trata del caso del joven que sufrió la pérdida de un ojo por una bala de goma que disparó la Policía Bonaerense en un allanamiento equivocado. 

Se reunieron con la familia

Se reunieron con la familia.

La Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires se presenta como querellante en la causa de Ignacio Seijas, el adolescente de 17 años que en junio del 2020 perdió la un ojo producto de un allanamiento erróneo realizado por la Policía bonaerense.

El director de Políticas contra la Violencia Institucional, Ignacio Álvarez, junto a la directora de Grupos en Situación de Vulnerabilidad, Eliana Morrone y Matías Esteban, del equipo de acompañamiento de la Subsecretaría, se reunieron con la familia de la víctima para avanzar en la intervención de la causa que se tramita en los Tribunales lomenses.

Mediante un comunicado oficial, se precisó que a partir de la decisión del gobernador Axel Kicillof de luchar contra la violencia institucional, la Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense tiene la facultad de presentarse como querellante.

En este sentido el encuentro tuvo como objetivo impulsar una investigación exhaustiva y eficaz para esclarecer los hechos ocurridos hace ya dos años. Vale recordar que el muchacho aún no pudo declarar a causa de su estado de salud, por lo que su caso está "paralizado". Actualmente, se encuentra internado en un centro de salud de Monte Grande bajo tratamiento, tras varios intentos de suicidio.

"La prevención de la violencia institucional resulta una obligación primaria del Estado, debiendo a través de la investigación y el juzgamiento erradicar todos los actos que por acción u omisión ejercidos por funcionarios públicos causen una afectación física o psíquica en los derechos fundamentales de las personas", indica el comunicado difundido por la subsecretaría.

"Las políticas públicas contra la violencia institucional tienen que ser de forma integral y con esa mirada abordamos para transformar realidades de sujetos y comunidades", sostuvo Álvarez, a la vez que explicó que "ese abordaje implica el asesoramiento jurídico y la búsqueda de justicia, por eso la Subsecretaría es parte querellante de casos de violencia institucional".

Por su parte, Morrone manifestó que "la apuesta es llegar con el Estado presente" en "situaciones de violencia institucional" y evaluó que "hay una deuda pendiente con la democracia en cuanto a la Violencia Institucional".

EL HECHO

El brutal episodio tuvo lugar el 20 de junio de 2020, en Rawson al 1.800, en Lomas de Zamora, cuando efectivos policiales por error entraron a su vivienda: perdió un ojo por una posta de goma que disparó el policía bonaerense David Antonio Daniel, quien actualmente se encuentra en libertad.

Cabe mencionar que en abril del año pasado vivió otro episodio similar, cuando fue interceptado por un móvil policial y recibió una golpiza.

Esa mañana, un grupo de 12 policías del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) y de la Comisaría 7ma de Villa Centenario irrumpieron en el domicilio de Seijas para buscar electrodomésticos que habían sido robados en una escuela de barrio. Sin embargo, se confundieron de departamento y entraron en la dirección equivocada.

Cuando Ignacio escuchó los gritos, quiso entrar a la casa para ver qué pasaba. Para hacerlo tenía que atravesar una puerta de chapa desde el patio, que no tiene cerradura ni picaporte, por lo que usó una especie de cuchillo tipo Tramontina. No llegó a dar un paso que se encontró con los oficiales y el subteniente Daniel le disparó con su escopeta. No dio la voz de alto y las postas de goma hirieron a "Nacho" directo en la cara.

Bañado en sangre, el joven fue tirado al piso y pateado sin entender lo que sucedía: "Chorro de mierda", "Negro hijo de puta", fueron algunas de las agresiones que los agentes de la Bonaerense repitieron en el operativo, según la familia.