Limpieza, cuidado y amor, la receta de la felicidad en la Plaza Martel

TRABAJO CON PASIÓN. Jorge Arellano, el placero del espacio público de Banfield, contó cómo mantiene en condiciones el lugar, a días de que comiencen las vacaciones de invierno.

Se avecinan las vacaciones de invierno y allí, muchos grandes y chicos saldrán a disfrutar de distintas actividades recreativas, como el cine, el teatro y, obviamente, las plazas, que son las estrellas de la diversión al aire libre. Para que los espacios públicos estén en condiciones de ser usados y disfrutados existe un arduo trabajo de los placeros: en la Plaza Martel trabaja Jorge Arellano, quien le contó al Diario La Unión cuáles son sus actividades diarias y de qué manera prepara la plaza para que los lomenses puedan pasar un grato momento en familia o con amigos.

"Yo empiezo a trabajar a las seis y media de la mañana y dentro de mis tareas están ocuparme de la limpieza, que es lo principal, el riego del pasto y las plantas, además del acondicionamiento de los juegos", empezó a contar el placero sobre la labor de mantenimiento que lleva adelante en el espacio público ubicado entre las calles Campos, Rincón y Talcahuano.

Yo empiezo a trabajar a las seis y media de la mañana y dentro de mis tareas están ocuparme de la limpieza, que es lo principal, el riego del pasto y las plantas, además del acondicionamiento de los juegos.

"Hay días que me dedico de lleno al barrido de la plaza y otros que estoy más tiempo regando, de acuerdo a cómo veo las necesidades. Esas dos tareas son las fundamentales, luego vienen otros trabajos como las refacciones en los juegos", sostuvo.

Cabe destacar que Arellano es carpintero metálico e hizo un curso sobre agronomía, conocimientos que les sirven para hacer su tarea ya que "tengo en claro en qué momento debo podar las plantas, cortar ramas o regarlas de acuerdo a la humedad o la cantidad de lluvia".

Cabe destacar que Arellano es carpintero metálico e hizo un curso sobre agronomía, conocimientos que les sirven para hacer su tarea.

"Los vecinos me felicitan cuando ven la plaza limpia y ordenada, eso les gusta mucho. Hay que tener buena relación con la gente, ser educado y respetuoso", resaltó, y aclaró que su trabajo lo hace "con mucho amor y dedicación".

Los vecinos me felicitan cuando ven la plaza limpia y ordenada, eso les gusta mucho. Hay que tener buena relación con la gente, ser educado y respetuoso.

Gracias a las donaciones de la Escuela Municipal de Arboricultura, Jardinería y Ecología Aplicada (Emajea), la Plaza Martel cuenta con distintas especies de plantas, como las lavandas, las calas y las famosas "cola de zorro", todo con el fin de darle un colorido al espacio. Además, el lugar cuenta con llamativas palmeras que, según Jorge, tienen más de 90 años situadas en la Plaza Martel.

"Hace nueve años que estoy acá, la gente no quiere que me vaya porque ya que los conozco a todos. Cada uno tiene su espacio, su horario y ellos son especiales para la plaza", cerró, con mucha emoción.