La Unión | LOMAS

El conmovedor gesto de una vecina tras la muerte de su padre

Solidaridad. Gracias a la gestión de la Fundación para la Salud de Lomas, Mónica Ávila de Turdera donó medicamentos y alimentos específicos al Hospital Gandulfo.

Mónica Ávila en la entrega de la donación

Mónica Ávila en la entrega de la donación.

Un gran gesto tuvo Mónica Ávila, la vecina de Turdera que, a pesar del dolor que siente tras perder a su papá Domingo, quien sufría de Parkinson rígido, decidió donar al Hospital Gandulfo la medicación que le había quedado sin usar.

Gracias al contacto de la Fundación para la Salud de Lomas se logró hacer la entrega de la medicación y de alimento específico para pacientes que estén transitando enfermedades similares.

Tanto Fernanda, que es la hermana de Mónica, como su mamá Margarita, fueron fundamentales para que este gesto se pueda hacer realidad: "Queríamos que lo que nos quedó de papá vaya al Gandulfo porque es el hospital de nuestra zona, pero no teníamos el contacto para hacer llegar las donaciones", contó Mónica en diálogo con La Unión.

Así fue como la Fundación para la Salud logró realizar el contacto para que la donación llegue a destino. "Tenía medicamentos para el tratamiento del Parkinson que mi papá no llegó a usar, sachets y como 15 latas de alimento para enfermos especiales", especificó Mónica respecto a lo que ya entregó al hospital. 

La entrega se hizo frente a las autoridades del Gandulfo. Mónica fue recibida por Fernando Guerrero, director ejecutivo del hospital y el director administrativo, Marcos Génova.

EL LEGADO SOLIDARIO DE SU PAPÁ

Domingo Ávila falleció el 15 de julio a los 88 años. Era el papá de Mónica y según ella la marcó en varios aspectos. "Era una persona muy solidaria y por eso queríamos con mi mamá que sus medicamentos fuera a personas que realmente lo necesitan", contó la hija que además se dedica a colaborar con merenderos infantiles hace más de tres años.

La historia de Domingo siempre estuvo marcada por el contacto con la gente. Fue chofer de colectivo por más de 40 años de la empresa Expreso Cañuelas y siempre se encargaba de ayudar.

"Paraba el colectivo para colaborar con algún chico que estaba en la calle. Él le compraba algo de comer en un kiosco y seguía su recorrido. Lo mismo hacía con los animales. Siempre fue muy solidario", detalló la hija, quien además contó que cuando su padre enfermó comenzó a escribir parte de su historia gracias a las historias que le contaba Domingo.

Mónica quiso compartir parte de ese escrito con los vecinos de Lomas que seguramente alguna vez subieron a ese colectivo que manejaba Domingo en el recorrido de Constitución hasta General Belgrano.

"Este libro, o mejor dicho narración, surgió en una tarde, en la que como tantas, mi Papa comentaba una de sus andanzas, anécdotas, experiencias y vivencias a los largo de su historia, y fue ahí cuando le dije, "Pa todas estas cosas hay que escribirlas, se podría hacer un libro"??y fue así como nació la idea. Por eso hoy les quiero contar la historia de mi Papa, en realidad una parte de su historia, su vida arriba del colectivo", comienza el relato de una historia digna de contar.

"Mi Papa no fue colectivero, fue chofer de micros corta y larga distancia, una gran diferencia entre manejar y ser consciente de transportar vidas humanas. A lo largo de la historia, fue por muchos caminos, hasta que un día llego el momento de hacer un nuevo recorrido, General Belgrano, el cual se genera con la llegada del tren eléctrico......Fue un ramal que se agregó, en el que tenía un recorrido de Constitución a la Ciudad de General Belgrano y de ahí a Constitución nuevamente, entrando a todos los pueblos como Brandsen, Jeppener, Ranchos, Villanueva, hasta llegar a General Belgrano, en donde en cada uno de ellos se escribía una historia particular y nueva cada día", relata Mónica que además cuenta en el mismo texto que ella no es escritora: "Solo soy una hija que quiere que la gente que lo conoce pueda recordar estas vivencias o para quien no tuvo la suerte de hacerlo, si leen esta narración puedan conocerlo".

El texto espera allí a quienes quieran leerlo completo y Mónica tiene la esperanza de poder publicarlo en homenaje a su papá: ese chofer de colectivo tan especial y con tantas historias.