Por qué a Turdera la llaman "ciudad escuela" 

¿Qué les gusta de vivir en zona sur? Saben ustedes, queridos amigos de La Unión, que crecí en Lomas de Zamora y, a pesar de haber podido irme a otro barrio, siempre elegí quedarme acá. Cerca mis raíces, de mis afectos, de mis amigos y de las calles arboladas. Elijo estar en el mismo barrio que toda la vida por la calidez de la gente, la costumbre de ir a los mismos lugares y saludar a los mismos vecinos. Y también, claro, por la tranquilidad. Después de tantos años de recorrer la Argentina buscando la noticia, metido en la vorágine de los medios, vivir en un barrio tranquilo de las afueras de la capital es algo que muchos valoramos. 

Ahora bien: hay barrios más tranquilos que otros, está claro. Y dentro de Lomas de Zamora hay uno que tiene el título indiscutido. ¿Cuál? Te lo responden Los Auténticos Decadentes: Turdera. 

"Yo vivo en un barrio tranquilo, no es preciso que me busques, las veredas llevan la marca de mis pies. Por las dudas yo te digo, si me querés perfumar, los aromas de mi barrio no se van...".  

Pocas formas más lindas de capturar la esencia de un lugar que transformándola en canción. En "Mi Vida Loca", su exitoso disco de 1995, Los Auténticos le dieron la libertad a Diego Demarco, guitarrista, compositor y vecino de la zona, de hacerle un homenaje a su querido barrio: Turdera. Así se llama la canción. Y no se puede negar que en su estribillo -el que les copié más arriba- captura de forma magistral la esencia de la ciudad.  

Ubicada en el sudoeste del municipio, con una superficie de apenas 2.07 kilómetros cuadrados, que incluyen 139 manzanas urbanizadas, dos plazas, dos colegios privados, el parque Finky y (paradójicamente) un sector del Club Temperley, Turdera es una de las localidades más chicas de todo el Gran Buenos Aires. Sus tierras altas, a 19 metros sobre el nivel del mar, estuvieron dedicadas a fines del siglo XIX a la agricultura y ganadería. En esa época se la conocía como "Loma de las hormigas". Más tarde se la llamó Kilómetro 19 y en 1909, al inaugurarse la estación de trenes, pasó a tener su nombre actual. Sin embargo, en parte debido a su pequeña superficie, recién fue declarada ciudad el 13 de julio de 1975.  

Según datos del censo de 2011, Turdera tiene casi la misma cantidad de alumnos que de habitantes: en los 25 centros educativos de la localidad asistieron ese año 8.117 alumnos, mientras que la población total es de sólo 9.786 habitantes. De hecho, se la conoce como la "ciudad escuela" por excelencia, ya que cuenta con el mayor número de colegios por habitante del GBA. Otra curiosidad del barrio es que gran parte de sus tranquilas calles fueron nombradas en homenaje santos y santas del culto católico. Esto se debe a las Hermanas Turdera quienes, apoyadas por Preti, impulsaron la creación del reconocido Colegio Santa Inés. 

A diferencia de la mayoría de las localidades del Conurbano, que surgieron por un primer loteo de sus tierras, Turdera contó con una fundación: el pionero Riziero Preti impulsó un trámite oficial, organizó un acto con decenas de invitados y colocó la piedra fundamental, que hoy está dentro de la Parroquia Conversión de San Pablo.