Mi Club: siete décadas de bailes y parejas

HISTORIAS DE AMOR. El boliche de Banfield marcó a generaciones donde muchos vecinos conocieron, gracias a esas pistas, a su compañero de vida.

Hombres de traje, corbata y pelo corto, y mujeres de vestido elegante. Pasaron más de 72 a{ps del nacimiento de Mi Club, un boliche que marcó a fuego a miles de lomenses que pasaron por sus pistas y en donde se han formado cientos de parejas, muchas de las cuales aún comparten la vida. El "Registro Civil de Banfield", como se lo conoce a Mi Club por la facilidad de Cupido de flechar a los enamorados, continúa haciendo de las suyas y, en medio de la era de la tecnología y las redes sociales, aún forma parejas en la actualidad. El recuerdo de los vecinos que lo visitaron con frecuencia y que, incluso en pandemia, lo acompañan hasta en los shows por streaming.

Daniel Britos tiene 55 años y es un vecino que se considera habitué del boliche, donde comenzó a ir desde los 25, pero aún recuerda que, cuando tenía 21, no lo dejaron ingresar "porque no estaba vestido de traje y corbata", lo que mostraba la rigurosidad del lugar. En ese emblemático boliche conoció a Cecilia, su compañera de vida hasta estos días: "Ella me miró bailando americano con una chica y yo le hice un gesto para bailar juntos. En el cuarto tema y después de algo de charla, le di el primer beso. Siempre que vamos lo recordamos".

Ella me miró bailando americano con una chica y yo le hice un gesto para bailar juntos. En el cuarto tema y después de algo de charla, le di el primer beso. Siempre que vamos lo recordamos.

"Yo vivía en Don Bosco e iba a Mi Club con algunas amigas, todas de zona Sur. Tengo muy presente la noche en la que conocí a Daniel, me gustaba mucho cómo bailaba. Recuerdo muy bien cada paso que me enseñó y esas primeras canciones", agregó Cecilia sobre su historia de amor con Daniel, la cual alimentan en la actualidad.

Por su parte, Genaro Quatraro, nació en Italia y llegó a Argentina en 1961. Pese a asentarse en Floresta, gracias a la prima de un amigo es que escuchó el nombre Mi Club: "En 1973, con 18 años, fui al boliche por primera vez y me compré un traje gris a rayas celestes para la ocasión. Ir todos los sábados era como un ritual". En 1974, la vida de Genaro cambió para siempre cuando conoció a Laura, su actual esposa: "El amor fue a primera vista, me impactaron sus ojos". Tras un lapso de noviazgo, en 1980 se casaron en la Catedral de Lomas.

En 1973, con 18 años, fui al boliche por primera vez y me compré un traje gris a rayas celestes para la ocasión. Ir todos los sábados era como un ritual.

Pero el amor no sólo rondaba las pistas de Mi Club, sino que también estaba presente en las redes sociales del boliche. Ese fue el caso de Diego Gómez y Sonia Núñez, quienes se conocieron hace más de tres años gracias a un grupo de Facebook. "Nos hacíamos comentarios y luego empezamos a hablar por privado", relató Diego, mientras que Sonia admitió que le llamó mucho la atención su foto de perfil y que, gracias a Mi Club, "comenzamos a conversar más seguido".

En pandemia, Daniel y Cecilia no se olvidaron de Mi Club y lo acompañaron cuando se hizo resto bar e, incluso, en los shows por streaming.

"Lo mejor que existe es Mi Club. Me alegra saber que, incluso en medio de ese problema mundial con el Coronavirus, el boliche siguió de pie", añadió Daniel, que le agradeció a los DJ del boliche porque, gracias a ellos, también despertó su pasión por pasar música.

Gracias a Mi Club viví una de las épocas más felices y se lo voy a agradecer de por vida.

Adrián Matiauda, hijo de uno de los fundadores de Mi Club, sostuvo que las redes sociales "compiten mínimamente" con lo que fue emblemático espacio bailable en su auge: "El boliche era conocido como el 'Registro Civil de Banfield' por la cantidad de parejas que se formaron en estas pistas. De todas formas, el objetivo principal era que la gente se divierta y pase un grato momento con amigos".

"Gracias a Mi Club viví una de las épocas más felices y se lo voy a agradecer de por vida", dijo Genaro, emocionado. "Es nuestro cable a tierra, nuestro segundo hogar", cerró Sonia.