En la previa del clásico, Los Andes logró un triunfo clave
Un festejo necesario. En Córdoba, el Milrayitas le ganó a Instituto por 1 a 0 con un cabezazo de Lenci y llega motivadísimo al derby con Temperley en el Gallardón.
Los Andes e Instituto conforman campañas similares: cerca de los últimos puestos, con cambios de técnico en medio de la temporada y aspiraciones lejanas a lo que marcan sus historias.
En este marco se hacía difícil soñar con un partido atractivo, de ida y vuelta. La necesidad de sumar puntos que tiene el Milrayitas lo podía empujar a intentar ir por el resultado y en ese caso generar espacios para que el local también se anime. Esto se cumplió a medias: Los Andes llegó con peligro una sola vez, marcó el gol y selló un triunfo que vale oro en esta instancia.
En la primera etapa estuvieron muy lejos de generar una mínima expectativa. Literalmente no pasó nada.
Los Andes nunca entró en juego, evitó tomar cualquier tipo de riesgo y por eso tuvo poco la pelota. Pero incluso en los instantes que la manejó no contó con claridad para llevar peligro al arco cordobés. Apenas alguna aproximación desde los pies de Silva y los destellos de Brítez Ojeda que, claro está, no fueron suficiente. El local, con más tenencia, fue un cúmulo de desprolijidades y falta de ideas.
En el complemento y tras un inicio muy similar al de los primeros 45, Los Andes encontró el gol. Chacana apareció sobre el sector derecho del ataque, metió un centro pasado y Lenci, en soledad, puso la cabeza para anotar el 1-0.
Tan inesperado como necesario, el tanto cambió la forma de un partido chato. Instituto, con muchas limitaciones, salió a buscar el empate y se desordenó en defensa lo que le permitió al Milrayitas poder manejar los nervios rivales. Desde ya, sin lucirse, los de Kopriva encontraron refugio en los pies de Brítez Ojeda y el desgaste de Turraca y Sagarzazú.
Los últimos minutos fueron de sufrimiento, con el corazón en la mano para Los Andes pero más por la necesidad de sumar que por lo que hacia Instituto para empatarlo. Llegaron centros, bajó el aliento pero no le alcanzó a la Gloria. Fue victoria y desahogo para Lomas que ahora mirará más tranquilo a Quilmes y Morón.
