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“Si bien el barrio va cambiando, lo recuerdo con mucho cariño”

rememora los juegos en la calle, sus estudios de piano y los primeros shows. Axel es un símbolo de Almirante Brown, un artista querido que siempre que puede vuelve a su lugar, Rafael Calzada, donde viven su familia y amigos.

Almirante Brown es sinónimo de Axel en materia de actualidad musical. El cantante, conocido no sólo por su talento, sino también por sus iniciativas solidarias, nació y creció en Rafael Calzada y tiene muchos recuerdos de su niñez y de sus comienzos como artista que los comparte en medio de un nuevo aniversario del Partido, que cumple hoy 146 años.

-¿Qué recuerdos tenés de tu niñez en Rafael Calzada? ¿Qué añoranzas tenés de aquellos días?

-Si bien el barrio va cambiando, lo recuerdo con mucho cariño. Tengo presente las juntadas con mis hermanos, amigos y primos. Nos quedábamos jugando hasta tarde en la calle. Siempre es bueno volver al barrio.

-¿Sos de visitarlo seguido?

-La verdad es que vivo en Córdoba, pero siempre que voy para Buenos Aires por temas laborales me reencuentro con el barrio. Casi toda mi familia y amigos viven en Rafael Calzada o cerquita. Siempre que puedo intento visitarlos, compartir unos mates o armar algún partido de fútbol. A veces se complica por tema de agenda y el hecho de estar viviendo en Traslasierra también lo hace más difícil.

-¿Qué vínculos encontrás entre tu música y el barrio que te vio crecer?

-Soy muy agradecido al barrio, recuerdo cuando iba al Conservatorio Julián Aguirre en Banfield con mis hermanos. Tenía un viaje de 1 hora con mi mamá desde Rafael Calzada. Claramente fue de gran influencia y soy un agradecido, ahí estudie piano. Fue mi formación.

su disco “ser” lo hizo girar por todo el país, latinoamérica y españa. ahora graba un álbum nuevo.

-¿Cuáles fueron tus primeras bandas en la zona Sur?

-Yo escuchaba a Fito, a Lerner, a Los Beatles, mucho folklore, pero también a cantautores que les gustaban a mis padres como Silvio, Milanés, Serrat, Piero y Gieco. A los 13 años sabía que iba a trabajar con la música, quizá dando clases en el barrio. A los 14, empecé a tocar en bares de Adrogué por la consumición y a los 15, ya con mi primer banda, tenía una paga que llegaba a los $20 creo (risas).

-En el barrio, ¿qué te gustaba de chico además de la música y el fútbol? 

-Me considero un apasionado de todos los deportes, no sólo por el fútbol. Me gustaba mucho jugar al tenis y al ping-pong. Hasta el día de hoy, siempre que puedo, me gusta hacer todo tipo de deportes.

-Este 2019 te encuentra girando por toda Argentina, ¿que estás mostrando en estos shows?

-El disco “SER” me hizo girar no sólo por Argentina, sino que me llevó hasta España, México, Ecuador, Colombia, Paraguay, Uruguay y todo Latinoamérica. Tenemos dos formatos de show: “Volver a Ser” y “Volver A Ser 1”. El primero es con toda la banda y en el segundo estoy solo, es mi esencia: yo con piano, guitarra, ukelele y armónica y la gente que me va pidiendo canciones. Mucho más íntimo.

-Por último, ¿podés adelantarnos algo de lo que se vendrá en tu carrera?

-Se viene un nuevo disco. Estoy viajando a Los Ángeles a grabar y pulir detalles. Lo único que les puedo adelantar es que es un disco muy humano.

UN POCO DE HISTORIA. Almirante Brown tiene como fecha de fundación el 30 de septiembre de 1873, pero el comienzo de su historia se remonta muchos años atrás en lo que hoy es conocido como Ministro Rivadavia, que era Monte de los Chingolos. La zona tuvo dos grandes impulsos: la fiebre amarilla, en 1871, que provocó que la zona comenzara a poblarse porque muchos buscaban lugares saludables, con mucha arboleda.

El segundo impulso llega de la mano de Don Esteban Adrogué, antiguo vecino y propietario de chacras ubicadas al límite de San Vicente y Quilmes. Él gestiona la creación de la estación del ferrocarril y se diseña la infraestructura de lo que hoy se conoce como el centro de Adrogué. Y un dato clave: el 29 de septiembre de 1872 se realizó el primer remate de 250 lotes sobre la actual Plaza Almirante Br

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