La Unión | LOMAS

Alertan sobre el robo de cables de Movistar

en distintos puntos de la ciudad. Según la empresa, se registraron 92 hechos en tres meses. Los vecinos se quejan de las demoras en las reparaciones, que en algunos casos tardan meses, y denuncian que el objetivo comercial es pasar a la fibra óptica.

La lluvia de reclamos sobre la falta de servicio telefónico de Movistar no cesa. ¿El problema? El robo de cables de cobre para la reventa, que deja a miles de vecinos sin teléfono que tienen que esperar meses para la reparación.

En un comunicado, Movistar (ex Telefónica) le puso número a la problemática: en los últimos tres meses se registraron 92 robos de cables en distintos puntos de Lomas, uno por día, lo que equivale a 13 mil metros de cables de cobre, con un costo total de reparación y reposición de $24 millones.

Los vecinos están al tanto. Cristian Díaz sacó fotos del momento exacto en que se llevaban cables de la calle Iparraguirre, en Villa Independencia. Dos o tres personas, con escalera, herramientas, casco y overol se suben al poste de luz y en cuestión de minutos cometen en delito. “En la imagen se ve cómo dos personas en moto se llevan un rollo de cable que se lo entrega la gente que está con overol de trabajo. Ninguno de ellos tenían insignias de Movistar ni ningún auto de la empresa, estaban en un Renault 18 re- viejo”, describe Cristian, quien no tiene teléfono desde octubre.

Adriana Aguilera, de la calle Belelli al 1200, Lomas Oeste, dejó de tener servicio el 4 de enero y realizó el reclamo. “Si yo acepto un teléfono inalámbrico me lo dan ya, si no; la fecha probable de reparación es el 4 de junio”, apunta.

Desde Movistar justifican la demora en las reparaciones: “Con el robo sistemático de cables, se hace muy difícil poder garantizarles el servicio a los clientes. Esto provoca daños millonarios y no hay disponibilidad permanente de material. Hay zonas que ya registraron seis veces esta situación y esto genera impacto en los tiempos de reposición”.

Muchos lomenses dudan del accionar de la empresa y denuncian que hay un plan para migrar del cable de cobre a la fibra óptica. “Estoy convencida que es un boicot que la empresa hace para pasar a la fibra óptica. Pero yo no quiero porque cuando te quedás sin luz te quedás sin teléfono, además yo tengo la alarma ligada al teléfono”, remarca Adriana, quien se lamenta porque puede perder su número de teléfono.

“Si yo acepto un teléfono inalámbrico me lo dan ya, si no; la fecha probable de reparación es el 4 de junio.”

Su percepción se repite en otros vecinos. “Las personas que vi conocían muy bien la operativa del robo de cables, quizás eran empleados o exempleados de Movistar”, apunta Cristian. “El proyecto es sacar todas las conexiones de cobre para mitad de 2020. Están haciendo la transición a fibra óptica”, agrega Sole Liz.

Si bien desde Movistar remarcan no tener conocimiento de este accionar de supuestos empleados o exempleados remarcan que la fibra óptica mejoría esta situación porque “no es objeto de robo”: su costo es menor. Además, aclaran, tiene más durabilidad por lo que necesitan menos reparaciones y mayor velocidad para el servicio de internet.

REUNIÓN CON EL MUNICIPIO. La inversión que debe hacer la empresa para reponer esos cables llevó a que autoridades se reúnan con el área de Seguridad del Municipio. Del encuentro participaron titulares del Distrito Norte y Sur de la Policía y Comisarios de jurisdicciones afectadas por el mapa del delito que la Empresa Telefónica/Movistar presentó.

"Quedamos para seguir en contacto como mesa de trabajo, aportando ideas para trabajar en el caso. Desde la Secretaría pusimos todos los recursos a disposición que van desde el Centro de Protección Urbana (CPU) hasta el monitoreo", resaltó el subsecretario del área local, Cristian Ávila.

DETENIDOS. Policías de la Seccional 4ta de Llavallol y efectivo de la Policía Local detuvieron a dos hombres que minutos antes habían robado cables del poste de luz en la calle Polonia al 300. Iban en un Renault 11 color crema que tenía sobre el techo una escalera y en su interior varias herramientas y ropa de trabajo. Operaban junto a una camioneta blanca, que luego fue interceptada en la calle Seguí y ruta 4, con cuatro personas en su interior.