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Sandy Sandoval, baterista, ilustrador y vecino de San José por “opción”

Un ilustre de la zona. Este artista de la música y de la plástica nació en CABA y llegó a la región como visitante cuando sus padres compraron un terreno, donde se erigió la vivienda familiar, y desde hace 30 años se afincó definitivamente en este barrio que cumple 70 años.

 

El Barrio San José, de Lomas, cumple 70 años de vida, y el vecino y artista José “Sandy” Sandoval recuerda la metamorfosis que fue sufriendo esta barriada, desde sus orígenes, cuando su padre compró 30 años atrás un “terrenito” que terminó siendo la casa familiar definitiva. Por eso, Sandy asegura que es del Barrio San José por “opción”.

Baterista y cantante, con un sinnúmero de bandas en su haber, y también un notable ilustrador, recorre su historia en el Barrio San José y además las de sus oficios en diálogo con La Unión.

“Soy de San José por opción. Mi papá compró un terreno en San José, donde veníamos los fines de semana o cuando estábamos de vacaciones, era nada más que una pie

za con el baño afuera. En esa época en el barrio se podía ver el horizonte”, recuerda aquellos días cuando la zona no tenía la urbanización de hoy en día.

Antes de afincarse definitivamente en la región, su infancia transcurrió en pleno centro. “Nací en Esmeralda y Paraguay, le agradezco a mi padre que haya comprado ese terrenito”, acota este artista, que dejó de ser un “visitante” del Barrio San José para pasar a jugar de “local”.

Hijo de una santiagueña y de un trabajador golondrina tucumano, que bajaron a Buenos Aires en procura de mejores oportunidades, Sandy conserva en su memoria aquellos días en los que venían a ese terrenito, antes de que se construyera la casa familiar.

“Cierro los ojos y verdaderamente me acuerdo de la casita que teníamos y de los eucaliptus”, acota Sandy, a sus 69 pirulos, que mantiene intacto cómo era el “Condado” en aquellos días.

Además fue el hijo único de ese matrimonio. “Después de que nací yo, mi vieja decidió cerrar la fábrica”, dispara jocoso.

Después de haber pasado por diversos oficios y profesiones, desde hace 13 años trabaja en Cultura Lomas y en el Teatro del Municipio, adonde llegó luego de dar un taller de dibujo.

Con bombos y platillos. Sandy se vinculó con la música desde su más tierna edad y el romance con la batería fue a primera vista. Fue parte de la San José Blues Band, una de las más importantes del género en la región, y de al menos una veintena de grupos de blues, rock & roll y country.

“La batería empezó en Capital. Los pibes de barrio tenían una banda, uno tocaba la guitarra, otro el piano, y faltaba uno que haga ruido. Me fui enganchando con el furor de la beatlemanía y me quedé del lado de Ringo”, recuerda.

Además del rock, donde también es cantante en castellano y en inglés, también por vía familiar llegaron otros géneros.

“La música la tengo desde la panza de mi vieja. A mi viejo le gustaba el tango y con mis tíos santiagueños me llegó la chacarera. Fui un poco la oveja negra que se empezó a dejar el pelo largo”, apunta.

En los ’60 y ’70, Sandy recorrió el círculo rockero, como La Cueva y La Giralda, donde hizo buenas migas con grandes del rock argentino. “Ahí conocí a varios, como Pajarito Zaguri y Black Amaya. Tuve más contacto con Black porque somos hermanos de instrumento, Black es un

animal en la batería, de esos animales que ya no existen”, sentencia sobre el exbaterista de Pappo’s Blues y Pescado Rabioso.

 

MANOS A LA OBRA. Entre otras pasiones, Sandy es un notable dibujante y también tiene una gran capacidad para los retratos, aunque no le llegó por herencia familiar este talento. “Para mí es un misterio cómo me hice dibujante, no tengo antecedentes”, asegura.

De todos modos, se puede rastrear un origen en esta pasión. “Cuando vivíamos en el centro tenía una abuela postiza, que era la dueña del departamento. Ella le daba de comer a unos pensionistas que trabajaban en la revista 'Poncho Negro', ellos me la regalaban y como yo no sabía leer porque era chico, me acordaba de los dibujos de las historietas”, comenta.

Luego la familia se mudó a Rodríguez Peña y Santa Fe, pleno Barrio Norte, donde su padre trabajaba de encargado y Sandy tenía a disposición el sótano para realizar sus dibujos, luego de cumplir con la tarea escolar y ante la insistencia de su mamá que lo llamaba a comer, él seguía con sus creaciones.

En este nuevo departamento, el kiosquero le prestaba las revistas de historietas y guardaba en su memoria a los personajes para copiarlos de inmediato. “Hacía los dibujos de los personajes de los radioteatros, incluso llegué a hacer los mapas para la escuela”, recuerda.

Actualmente, se luce también con los retratos que realiza a distintos artistas que llegan al Teatro del Municipio y se llevan la obra de Sandy debajo del brazo.

“Soy historietista y también hago retratos en base a la observación, también puedo hacer paisajes de esa forma. También hago dibujos para tatuajes, para que luego los copie un tatuador. Me gusta que alguien se lleve un dibujo mío hasta la tumba”, cierra.

Todo es historia

Las tierras de San José pertenecían a Guillermo Kraft.

Después de su muerte, ocurrida en 1948, la zona fue repartida entre el Partido de Lomas de Zamora y el Partido de Almirante Brown.

En concordancia con el crecimiento urbano que se vivía en esos años, San José fue uno de los barrios que más rápido creció, tomó su forma actual entre 1963 y 1971, en parte gracias al intenso desarrollo comercial de la calle Salta.

La Banda

Sandy Sandoval es el baterista de Cristian Luna & de Tock & Blues y este viernes a las 21.30 presentan su nuevo disco en

El Correo Cultural Pipi de Escalada, Garay 200.

Entradas, $180, que incluye el disco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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