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"La restitución de mi identidad es un homenaje a mis padres, una caricia al alma"

NIETO 130. Javier Matías Mijalchuk desapareció cuando tenía cuatro meses. Ahora se supo que fue encontrado en la calle, a pocas cuadras de la ex ESMA, y dado en adopción. Junto a Abuelas, destacó haber podido reencontrarse con su familia biológica.

“La restitución de mi identidad es un homenaje a mis padres, una caricia al alma. Gracias tío por no dejar de buscarme”, fueron algunas de las palabras que el nieto recuperado 130, Javier Matías Mijalchuk, pronunció este mediodía en la conferencia de Prensa en la que Abuelas de Plaza de Mayo dio a conocer su identidad. “Para nosotros es el premio más merecido que tiene nuestro país, una lucha que da resultados positivos como es el encuentro de este nuevo nieto”, celebró con visible felicidad Estela de Carlotto.

El hombre es hijo de la contadora Elena Mijalchuk y del prefecto Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos en distintos episodios durante diciembre de 1977. Él tenía cuatro meses cuando lo vieron por última vez. Además, su mamá estaba embarazada de tres meses. Ahora se sabe que apareció solo en la calle, a pocas cuadras de la ex ESMA y que una mujer lo encontró y fue dado en adopción.

De grande, las dudas sobre su identidad hicieron que él mismo se acercara a Abuelas, algo que hizo en 1999, y que rindió frutos en 2016 y ahí conoció a su familia. Pero la comunicación pública se demoró porque como no había datos sobre sus pares, la CONADI derivó el caso a la Unidad Fiscal Especializada para Casos de Apropiación de Niños para profundizar la investigación, que aún sigue abierta.

Su historia se fue armando de a pedazos, con huecos que aún faltan completar. Su papá fue visto por última vez por sus primos, quienes lo llevaron desde Valentín Alsina a Martínez y lo vieron discutir con cuatro hombres que descendieron de un Chevy azul y lo querían meter adentro del vehículo.

Fue entonces que su mamá acudió a una dirección, tras recibir una carta que le había mandado su esposo, en la que le pedía que se acercara a la calle Pampa, entre Lugones y Figueroa Alcorta, en Núñez. Esa fue la última vez que vieron a Elena y a Javier Matías.

Hoy, con el reencuentro a flor de piel, Javier Matías quiere agradecer. “Quería hablar con el corazón y agradecerle a todos los que contribuyeron con la restitución de mi identidad. Las Abuelos y mi tío no perdieron las esperanzas de encontrarme con vida”, dijo emocionado junto a ellos.

“Un desaparecido es un muerto que vuelve todos los días.” Con esas palabras, Roberto Mijalchuk, el tío de Javier Matías y hermano de Elena, contó cómo vivió la ausencia de su sobrino. “Con la llegada de cualquier boleta de un impuesto, esperaba que fuera una carta de mi hermana contando que estaba viviendo en cualquier lugar del mundo”, confió emocionado y agregó: “Guarde todo un álbum de fotos para el momento en que viniese”.

Mirá el video completo de la conferencia de Abuelas acá.

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