JUICIO La hija de la víctima aseguró que el asesino era consciente de sus actos. "Siempre qué él necesitaba contención, ella lo recibía con los brazos abiertos", recordó.
El próximo lunes 13 de octubre se conocerá el veredicto del juicio por el crimen de Norma Antonia Guevara, la mujer asesinada por su nieto, en Lomas de Zamora. El martes pasado, la fiscalía pidió la prisión perpetua, tal como esperaba la familia de la víctima.
"Él sabía lo que hacía, porque estaba lucido cuando mató a mi mamá y atacó a mi hija", expresó Ludmila Cumina, la hija de la víctima fatal del caso, y madre de la nena de 11 años que sobrevivió.
En diálogo con La Unión, la mujer aseguró que el asesino era consciente de sus actos al momento del crimen, y rechazó la hipótesis sostenida por la defensa, que planteó que el imputado, llamado Cristian Eduardo Robledo, actuó por su estado de "abstinencia a las drogas".
"Un policía declaró que no tenía olor a alcohol. Estaba sin consumir", agregó Ludmila, quien estuvo presente durante el comienzo del proceso judicial, cuya primera jornada contó con los testimonios, y concluyó con los alegatos de las partes del caso.
Además, remarcó que luego de matar a su madre, Robledo sustrajo dos celulares y dinero, no se trató un homicidio en el marco de un robo. "Fue un caso de violencia de género, donde abusó de su fuerza física contra mi madre, una mujer mayor, y mi hija, una criatura de 11 años", contó.
Recordó también que a pesar de que se había ido de malos términos de la casa de su madre, "siempre qué él necesitaba contención, ella lo recibía con los brazos abiertos". Por esa razón, estaba viviendo en la casa ubicada sobre Castelli al 1700, en Lomas Oeste.
EL CRIMEN DE NORMA GUEVARA
Norma Antonia Guevara, de 68 años, fue asesinada a puñaladas en frente de su nieta de 11 años, que también fue atacada con un cuchillo, pero que a diferencia de su abuela, pudo sobrevivir.
El sangriento hecho ocurrió el 20 de octubre del 2024 en una casa ubicada sobre Castelli al 1700, en Lomas Oeste. Allí, Cristian Eduardo Toledo primero atacó a la mujer, con quien habría discutido por negarse a darle dinero para comprar drogas, ya que sería adicto y vivía en situación de calle.
Mientras la niña era atendida por personal médico, los efectivos policiales que llegaron al lugar comenzaron la búsqueda del acusado, que trató de escapar. Sin embargo, fue detenido a las pocas cuadras. Tenía las manos con sangre y llevaba la cuchilla utilizada para el macabro crimen.
La causa estuvo a cargo de la fiscal Fabiola Juanatey, al frente de la UFI 2 de Lomas, especializada en la temática de violencia de género y familiar. La funcionaria solicitó una pericia psiquiátrica para el imputado, cuyos resultados determinaron que sería consciente de sus actos.
Según indicaron fuentes oficiales a este medio, Robledo contaba con antecedentes delictivos por "robo agravado por el empleo de arma de fuego". Además, habría sido denunciado por agredir a su expareja.
Posteriormente, el asesino hirió en el cuello a su prima de 11 años con el mismo cuchillo de cocina con el que mató a su abuela. La menor presenció el brutal asesinato de Guevara, y luego pidió auxilio a los vecinos, que llamaron a la Policía.