Otro golpe Se trata de una figura fundamental en la carrera del grupo, que también trabajó con artistas como Katy Perry y Paul McCartney.
A casi un año del fallecimiento de Liam Payne, el entorno de One Direction vuelve a atravesar un momento de profunda tristeza.
Este fin de semana se confirmó la muerte de Paul Roberts, reconocido coreógrafo británico que trabajó durante años con la banda en su época de mayor éxito. Tenía 52 años y enfrentaba una dura batalla contra el cáncer.
La noticia fue dada a conocer a través de un comunicado publicado en su cuenta oficial de Instagram. "La noche del 26 de septiembre, después de una valiente lucha contra el cáncer, Paul falleció tranquilamente en su hogar, rodeado de su familia. Su partida, al igual que su vida, se llenó de gracia. Descanse en paz.", aseguraron.
El mensaje no detalló el tipo de cáncer que padecía, pero sí reflejó el respeto y cariño que generaba en su entorno profesional y personal. Aunque los exintegrantes de One Direction no se expresaron públicamente hasta el momento, la noticia generó una fuerte reacción entre los fanáticos de la banda. Lottie Tomlinson, hermana de Louis, fue una de las primeras en reaccionar, dejando un emoji de corazón roto y una carita llorando al pie del comunicado.
UNA CARRERA AL LADO DE LOS GRANDES DEL POP
Más allá de su labor junto a One Direction, Paul Roberts tuvo una extensa y prestigiosa trayectoria como coreógrafo, trabajando con figuras como Katy Perry, Paul McCartney y también colaborando con Harry Styles en su etapa como solista. Según publicó la revista Us Weekly, en los últimos meses estaba desarrollando un proyecto personal, un nuevo ballet inspirado en Quadrophenia, la icónica ópera rock de The Who.
Con una visión artística única y una energía que lo caracterizaba tanto en los ensayos como en los escenarios, Paul Roberts dejó una marca indeleble en la industria del entretenimiento. Su trabajo fue clave en la creación del estilo escénico de One Direction, una banda que no solo marcó una generación de fans, sino que también redefinió el pop adolescente de los últimos años.