JUICIO ABREVIADO Los jueces respaldaron la versión del imputado, quien sostuvo que el disparo que mató a Demian Ancona fue accidental. Fue declarado culpable de "homicidio culposo".
El policía acusado del crimen de Demian Ancona, el nene de 7 años asesinado en Llavallol, fue condenado a la pena de 3 años de prisión, de ejecución condicional, por lo que no irá a la cárcel.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora resolvió de esta manera el proceso sobre Maximiliano Joel Benítez, que también recibió una inhabilitación especial de 10 años para portar armas de fuego y ejercer el cargo que tenía en el momento del hecho.
Tal como había adelantado La Unión semanas atrás, la fiscalía interviniente propuso un juicio abreviado por "homicidio culposo", que fue aceptado por el imputado. De este modo, el TOC 2 respaldó la versión de Benítez, quien sostuvo que el disparo que terminó con la vida de su sobrino Demian fue accidental.
El dramático episodio se remonta a la madrugada del 17 de febrero de 2024, cuando la víctima ingresó al hospital de Llavallol con un disparo en el cuello. Si bien los médicos intervinieron rápidamente e intentaron salvarle la vida, las graves heridas fueron mortales.
Tras la muerte del menor, la fuerza de seguridad tomó medidas disciplinarias y legales contra el efectivo involucrado y Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense lo desafectó de sus funciones inmediatamente.
Benítez, un agente de la Dirección Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, fue quien llevó al pequeño hasta el centro de salud.
El policía, que en aquel momento tenía 21 años, declaró que estaba limpiando su arma reglamentaria durante su día de franco, cuando "se escapó el tiro" de la pistola Bersa calibre 9 milímetros.
La UFI 8 de Lomas a cargo de la investigación, ordenó en su momento una serie de acciones para esclarecer los hechos, incluyendo la autopsia del cuerpo del niño, peritajes del arma implicada y un dermotest para detectar residuos de pólvora tanto en el efectivo policial como en la víctima.
Fue la propia familia de la víctima la que acusó a Benítez de haber asesinado al nene, y sostuvieron desde un primer momento que la muerte del nene no fue una situación accidental, sino que se trató de una imprudencia de su tío.