¿qué dijo? En una entrevista en ESPN, el exjugador del Millonario y Central revivió lo que fue su paso por el Milrayitas en el famoso equipo de los rosarinos de 1986.
Hernán Díaz fue un futbolista que dejó una huella en River y Rosario Central, también en la Selección Argentina, y dentro de esta exitosa carrera su breve paso por Los Andes siempre significó algo especial para él.
La "Hormiga" Díaz arribó al Milrayitas en 1986 a préstamo del Canalla junto con un grupo de rosarinos que llegaron al club para disputar el campeonato de la Primera B de ese año y se enamoró de los colores, a tal punto que siempre que puede lo recuerda con gran alegría.
Eso es lo que hizo esta semana durante una entrevista que le brindó al programa Fútbol 90 que conduce Sebastián Vignolo y se emite por ESPN.
En esa entrevista, y tras un comentario casual de Diego "Chavo" Fuck, en el que desliza el nombre de Los Andes, Hernán Díaz fue categórico y dejó en claro su sentimiento por el club de Lomas de Zamora. "Me tengo que poner de pie para hablar de Los Andes. Soy fanático del Milrayitas", remarcó, claro y contundente, el hombre que ganó 10 títulos con la camiseta de River, uno con Rosario Central y disputó el Mundial del 94 con la Selección Argentina.
"Estuve seis meses en Los Andes, fuimos cuatro jugadores de Central y dos de Newell's, y para mí fueron seis meses increíbles. A ese equipo se lo llamó el de los rosarinos y si bien no salimos campeones, nos hacen muchos homenajes y es increíble el cariño que nos brindan", remarcó el exlateral derecho.
Ese equipo, el de los rosarinos y que fue dirigido por Norberto Bautista, dejó una huella en los hinchas de Los Andes, ya que deslumbró por su buen juego y los grandes resultados que logró, con una propuesta ofensiva y de buen pie.
Fue un plantel que enamoró a la familia del Milrayitas porque contaba con muchos jugadores surgidos del club como Luis Escobado, Nicolás Cuellos y Víctor Alarcón, entre otros, y a ellos se los potenció con la llegada de Díaz, Ariel Cuffaro Russo, Hugo Galloni y Fernando Lanzidei, de Central, y Carlos Panciroli y Ariel Paolorossi, de Newell's.
Este equipo de los rosarinos disputó el último torneo de la vieja Primera B, que fue clasificatorio para el primer torneo de la antigua B Nacional (hoy Primera Nacional), y obtuvo grandes números, ya que terminó primero de la zona A con 23 puntos, producto de 10 victorias, tres empates y cinco derrotas, siendo además el que más triunfo sumó en el torneo y uno de los más goleadores con 32 tantos.
Este performance le permitió asegurar uno de los ocho boletos disponibles para la primera temporada de la B Nacional, que se jugó entre 1986-1987, y además lo clasificó al Reducido para pelear por un ascenso a Primera División. Sin embargo, tras vencer a Deportivo Armenio en los cuartos de final, sucumbió ante Huracán, que venía de Primera para revalidar su lugar tras terminar con el segundo peor promedio, en las semifinales.
A pesar de eso, el equipo de los rosarinos dejó una huella en Los Andes. Y el Milrayitas dejó la suya en Hernán Díaz, que se enamoró del club y siempre lo tiene presente.