EXPERIENCIA Jazmín Ocampo es de Temperley y ya tuvo tres experiencias de abrigo con niños que, sufrieron alguna situación de vulnerabilidad: "Se trata de dar tiempo al amor".
Con mucho compromiso y sobre todo amor, Jazmín Ocampo de Temperley "abriga" a esos niños que deben residir en un hogar sustituto tras pasar por alguna situación de vulnerabilidad. Por decisión judicial son trasladados a un hogar para que puedan conocer una vida en familia y es ella quien cuenta su experiencia en primera persona para incentivar a muchas otros a que se animen a "abrigar".
"Conocí lo que era dar a abrigo por una compañera de trabajo, pero ella tenía una comisión que era de La Plata así que busqué si había algo en Lomas y fue cuando me contacté con Adriana de la Fundación Ainelen. Enseguida me convocaron para una entrevista y me decidí", recordó sobre ese primer paso que dio en 2019.
Antes de la entrega de un bebé o un niño judicializado se charla mucho con la familia que tenga que cuidar esa vida por un tiempo ya que el foco siempre está puesto en que cada integrante de ese hogar debe tener en claro que esa personita se va a ir en adopción o a su mismo vínculo biológico siempre que el Juez lo decida y lo crea conveniente.
"La primera charla es con una trabajadora social que se encarga de preguntar y despejar dudas, siempre poniendo la importancia en que ese niño debe recibir amor y obviamente los cuidados como cualquier niño", destacó Jazmín que en ese momento no estaba en pareja, pero la ayudaron sus hijos, la chica que trabajaba en su casa y una amiga.
El apoyo de todo el entorno familiar y de los amigos es importante, según destacó la vecina de Temperley de acuerdo a su experiencia. "Me anoté con mi amiga y la chica que trabajaba en casa porque ellas funcionaban como apoyo cuando yo me tenía que ir a trabajar. Después, también estaban mis hijos y obviamente que mi familia, abuelos y amigos que todos quisieron dar una mano ante este desafío que lo decidí yo, pero que te acompañen es fundamental".
Construir esa red familiar cuando llega un bebé a una casa es relevante. "Hasta el momento tuve tres experiencias de abrigo y por eso les diría a las familias que no se animan que lo hagan porque hay que dar tiempo al amor. Se trata de eso: de dar tiempo a alguien que lo necesite. Todos podemos dar tiempo y cuidado a un bebé. Es ese tiempo de compartir. Hay que animarse aunque parezca imposible, pero siempre se hace ese lugar para esto y tomarlo con responsabilidad", detalló y agregó: "Con la llega de un niño todo se acomoda en un hogar".
Entre los requisitos que hay que cumplir se destacan la experiencia de haber tenido hijos y no ser una pareja o una persona anotada en ningún registro de adopción. "Lo más lindo de esta acción es que si bien en un principio uno piensa que está dando todo, son esos que nos dan y nos enseñan un montón", reveló Jazmín que cuando conoció a su actual marido también le propuso abrigar y accedió inmediatamente.
Hasta el momento tuve tres experiencias de abrigo y por eso les diría a las familias que no se animan que lo hagan porque hay que dar tiempo al amor. Se trata de eso: de dar tiempo a alguien que lo necesite. Todos podemos dar tiempo y cuidado a un bebé. Es ese tiempo de compartir. Hay que animarse aunque parezca imposible, pero siempre se hace ese lugar para esto y tomarlo con responsabilidad
Continuar la tarea juntos es lo que siguen haciendo hasta hoy. "En este momento tenemos un bebé y aclaro que somos una familia que no nos sobra nada, pero es poner por delante a una vida que hay cuidar", resaltó.
LA DESVINCULACIÓN
Sobre el momento de la despedida de ese niño que estuvo en una casa por meses o más tiempo, Jazmín relató: "El momento de la desvinculación no deja de ser difícil, pero se completa el panorama cuando conocés a los otros adultos que van a formar parte de esa vida de ahí en más. Se extiende ese puente de confianza y está bueno relacionarse porque podés contarles todo lo que le gusta, con lo que se siente cómodo esa personita que se va con una familia".
Apoyados en el amor y el aprendizaje que se genera a partir de esta acción de abrigo es que esa separación se da de forma fluida. "Si hay amor y deseo, todo lo de más llega solo, se va construyendo y además el vínculo perdura", aseguró y añadió que "son hijos a los que acompañé a transitar una parte de su vida y a apoyarlos en la nueva etapa".
Las familias de abrigo pueden continuar con el contacto, visitarlos y poder saber de ellos porque ese vínculo que crearon no debe por qué romperse. "Sigo teniendo contacto con los que abrigue de distintas maneras, son hijos de mi corazón. Trato de ayudar, de estar presente siempre. Hay uno de los chicos que está viviendo en Misiones y nosotros viajamos a verlo dos veces al año seguro, participamos de su cumpleaños porque además somos padrinos", detalló Jazmín, quien aseguró que sigue abrigando porque es una manera de ayudar y de aprender de cada uno de los que lleguen a su hogar.
Para más info o para ser parte de esta acción hay que comunicarse con @ainelenamorfamiliar