SILBIDOS E INSULTOS El entrenador de Lanús fue el principal apuntado por las más de 40 mil personas que coparon el estadio Néstor Díaz Pérez en el clásico ante Banfield.
Luego del empate ante Banfield en el Clásico del Sur se nota que la paciencia de la gente de Lanús se terminó. Es que nunca hubo feeling entre Mauricio Pellegrino y el público granate. Más aún con la igualdad ante el Taladro y el reproche de los hinchas hacia el entrenador.
Pellegrino tiene un trato distante con el hincha. Se caracterizó por tener poca relación con los simpatizantes en los clubes donde estuvo y en Lanús no es la excepción. El Granate empata más de lo que gana y el juego del equipo no logra convencer a los fanáticos.
"No fue un buen partido. Nos quedamos con el sinsabor de no poder llevarnos la victoria. El rival nos convirtió y esa es la mala sensación que nos queda hoy. A partir de ahí el equipo no se pudo encontrar y tenemos que aprender de esta situación", expresó el entrenador al término del partido.
Sin dudas, el principal apuntado por la gente de Lanús ante Banfield fue Mauricio Pellegrino. La relación con el hincha está quebrada. Los jugadores se fueron aplaudidos, pero el entrenador está en la cuerda floja. Todos ayer en Cabrero y Guidi pidieron que de un paso al costado. No lograron entender los hinchas como Lanús no tuvo herramientas desde el banco de suplentes para liquidar el partido.
"Entendemos la decepción de la gente. Pasamos de la alegría a la decepción en un instante. Nosotros también estamos decepcionados porque no nos salieron las cosas", remarcó Pellegrino.
Se viene Vasco Da Gama por la Copa Sudamericana y un cierre de la fase regular del Torneo Apertura, donde si bien el granate está entre los 8 primeros, no está consolidado. El hincha reaccionó ayer en La Fortaleza. Parece ser que la relación no tiene vuelta atrás. Si Pellegrino no cambia le quedará poco como entrenador de Lanús.