recortes El año pasado hubo cientos de despidos en el Servicio Meteorológico Nacional y tres días antes del temporal cerraron la Dirección Nacional de Emergencias.
El temporal en Bahía Blanca dejó muchas preguntas respecto a si pudo haberse prevenido y por estas horas trascendió que el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, tres días antes de que se desatara la tormenta despidió a todos los trabajadores de la Dirección Nacional de Emergencias.
Fueron 485 empleados echados o puestos en disponibilidad. La Dirección eliminada se ocupaba de dar asistencia en casos de catástrofes, enviando insumos y profesionales -médicos, psicólogos, asistentes sociales- para dar contención y atender a los damnificados.
Esto se suma al desfinanciamiento que se realizó sobre el Servicio Meteorológico Nacional el año pasado, con el despido de 600 integrantes, entre ellos especialistas de más de 20 años a cargo del programa "Alertas Tempranas".
¿Y LA AYUDA?
Desde todas partes desde que estalló el temporal y la posterior catástrofe hubo muestras de solidaridad con donaciones desde todas partes del país. El Gobierno nacional, a través de Capital Humano, hizo lo propio, aunque aseguran que fue mínima la asistencia: en lo aviones enviados había "80 colchones", una cantidad ridícula para una ciudad de 300.000 habitantes donde la gran mayoría sufrió pérdidas materiales.
Disuelta la Dirección Nacional de Emergencias, el argumento que dan en el Gobierno nacional es que no hubo imprevisión: lo que pase en situaciones de catástrofe dejó de ser tema del ministerio de Capital Humano y pasó a ser tema de los ministerios de Defensa y de Seguridad.
La Dirección de Emergencias funcionaba en el edificio ubicado en Moreno 711 y tenía a su cargo equipos que, ante una catastrofe, viajaban a los lugares para colaborar.
Ya en 2012 un trabajo de hidrografía urbana del Conicet anticipaba la problemática en el partido bahiense ante posibles precipitaciones, haciendo hincapié en la ubicación de la ciudad, en la cuenca inferior del canal Maldonado y del arroyo Napostá, es decir dos cursos de agua clave en el sistema de drenaje.