Mundos personales El notable guitarrista, que nació hace 115 años, sufrió un terrible episodio a los 18 años y logró superarlo con enorme perseverancia.
Jean Baptiste "Django" Reinhardt nació el 23 de enero de 1910, hace 115 años, en la ciudad belga de Liverchies en el seno de una familia gitana. De todos modos, pasó la mayor parte de su vida en Francia.
Está considerado para muchos como el mejor guitarrista de jazz de la historia y el creador de un estilo propio y personal, a pesar de un accidente que pudo haber truncado su carrera.
Como un buen gitano, vivió gran parte de su vida en un carromato y haciendo nomadismo ya que su familia se dedicaba al espectáculo de la cabra y el oso amenizados con el violín del padre y su banjo. Mientras que Django ya mostraba su talento en el banjo siendo un niño.
Uno de los hechos que marcó su futuro como guitarrista le ocurrió a los 18 años, el carromato sufrió un incendio y todo pudo haber cambiado para siempre.
Su primera mujer se dedicaba a la venta ambulante de flores artificiales, éstas eran de un material inflamable y una noche que Django volvía de una de sus actuaciones y debió de volcar una vela mientras dormía.
Estuvo a punto de perder una pierna y además le quedaron inmovilizados dos dedos de la mano izquierda por el efecto de las quemaduras, entre otras lesiones.
Django pasó año y medio en un hospital creyendo que su carrera como músico había terminado prematuramente, pero consiguió superar la adversidad.
Uno de sus hermanos le llevó al hospital una guitarra y desde entonces cambió el banjo por su nuevo instrumento, que ya no dejó hasta el final de sus días, teniendo que inventar una nueva técnica de digitación acorde a sus facultades.
A pesar de poder usar solo dos dedos de mano izquierda, logró desarrollar una técnica única. Es uno de los maestros del llamado jazz gitano, uno de los pocos derivados del jazz creados por fuera de los Estados Unidos.
Django se introduciría en el jazz luego de escuchar a Duke Ellington y Louis Armstrong y según sus propias palabras le atrajo porque en él encontró la perfección formal y la precisión instrumental que admiraba en la música clásica y la música popular no tiene.
Otro de los acontecimientos importantes de su vida, éste feliz, fue el encuentro con el violinsta Stephane Grappelli, ocurrió en 1931 en un club de Montparnasse. Ambos crearon el Hot Clud de París, un quinteto que no paró de tocar hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial.
Por esas fechas lo conoció Jean Cocteau que escribiría: " Esa guitarra que se ríe y llora, guitarra con voz humana."
La Segunda Guerra Mundial los sorprendió en Londres donde se quedó Grappelli, volviéndose el resto del grupo a Francia. Mientras el resto de sus hermanos de raza sufrió la persecución y los campos de concentración.
En los años que estuvieron separados Django y Stephane el violín de éste fue sustituido por un clarinete, tocado por Hubert Rostaing, sin duda influenciado por la orquesta de Benny Goodman.
En los años siguientes Django compartió escenario con todos los jazzmen americanos que visitaron Paris, como Coleman Hawkins, Bill Coleman, Benny Carter, Joe Turner y otros tantos.
En 1946 viajó a Estados Unidos para hacer una gira como invitado especial de la orquesta de Duke Ellington de la que solo queda un documento sonoro gracias a George Steiner que colgó un micrófono en un palco del Chicago Civic Center.
De este viaje volvió un tanto decepcionado, pensando que la reacción del público americano no había sido todo lo acogedora que él imaginaba que sería. Por estos años Django tocó con una guitarra eléctrica, instrumento con el no llegaría a las cotas de virtuosismo conseguido con la acústica.
Poco tiempo después se retiró a dedicándose estos últimos años de vida a la pesca y a la pintura. De forma imprevista y debido a un fatal golpe le sobrevino una hemorragia cerebral que acabó con su vida en 1953, cuando tenía sólo 43 años.