INVESTIGACIÓN La causa tiene dos detenidos por el crimen de la joven de 17 años, mientras que otros dos sujetos identificados permanecen fugitivos de la Justicia.
Se cumplieron tres semanas del hallazgo de los restos de Candela Azoya, la adolescente de 17 años que fue encontrada descuartizada en la estación Kilómetro 34 del barrio Santa Catalina, y las autoridades del caso buscan a dos hombres que están prófugos.
Fuentes judiciales indicaron a La Unión que los hermanos de apellido Resquin, quienes se fugaron del barrio tras el femicidio de la joven, tienen pedido de captura activo y tienen prohibida su salida en cualquier paso fronterizo del país. Mientras tanto, siguen las tareas para dar con los dos.
De acuerdo a lo informado a este medio, los investigadores no descartan que ambos hayan contado con la complicidad de algún familiar para desaparecer y permanecer ocultos de la Justicia.
Según indicaron a este medio, el cotejo de ADN realizado recientemente, los restos encontrados días atrás con los de Candela. Sin embargo, todavía no se pudo determinar la forma en la que murió. "No se sabe como la mataron, porque la parte que se encontró, no tenía ningún signo", señalaron.
Candela había pactado la compra de unas zapatillas y salió de su casa el 27 de noviembre pasado, para ir a buscarlas a la Plaza San Marta, pero no regresó, y su familia denunció su desaparición. Finalmente, dos días después, se enteraron de que su cuerpo había sido hallado descuartizado y quemado dentro de una bolsa en la estación Kilómetro 34.
Horas después empezaron a saberse más datos gracias a testimonios de vecinos. Relataron que la menor había sido vista el mismo día, acompañada por un hombre y una mujer, caminando sobre la calle Copihue con sentido hacia Voltaire. La investigación determinó que ese hombre habría sido su primo Carlos, de 22 años, mientras que la mujer era su novia.
Por otro lado, la Policía realizó un allanamiento en un domicilio de la calle Terrada al 2900. Se cree que Candela habría llegado a esta casa acompañada justamente por su primo. El lugar, presuntamente usado como búnker de drogas, era frecuentado por dos hermanos, quienes son señalados por la familia como los asesinos de la joven.