curiosidades Tras colgar los guantes en la década del '40, el boxeador lomense Jaime Rodríguez decidió inaugurar en su barrio un espacio dedicado a la práctica de su pasión.
El boxeo está otra vez en boca de todos. La pelea entre Mike Tyson y el influencer Jake Paul generó muchísimo interés (y polémica) en todo el mundo; y también en Argentina.
Aunque la mayoría de nosotros no dudaríamos en nombrar al fútbol como nuestro deporte favorito, el segundo puesto está muy peleado. Algunos señalan al básquet. Otros son fanáticos del rugby. Muchos nombran al tenis y al automovilismo. Las chicas quizás elijan el hockey.
Pero pocos deportes generan tanta pasión en la gente como el boxeo, especialmente si algún púgil nacido en nuestra tierra participa por un título del mundo.
Por eso hoy me gustaría traerles una historia que conecta al deporte de los puños con Lomas de Zamora, nuestro barrio. ¿Saben ustedes, queridos amigos de La Unión, que años atrás hubo un lugar donde el box tuvo muchísima repercusión? Acompáñenme a conocer la historia del Lomas Park.
Tras colgar los guantes a fines de la década del '40, el boxeador lomense Jaime Rodríguez, de relativo protagonismo, decidió inaugurar un espacio dedicado a la práctica de su pasión en su propio barrio. Así fue como en octubre de 1950 nació el mítico Lomas Park. Quedaba en Oliden 74, enfrente del antiguo Estadio Provincial.
Según cuentan, Rodríguez tenía buenos antecedentes como promotor por peleas que había organizado en el Club Temperley. Pese a no ser hoy un lugar tan conocido, Lomas Park tuvo una época de gloria: en ese estadio, por ejemplo, se transmitió por primera vez en el país una pelea televisada. Y ahí el gran José María Gatica hizo su última actuación en un ring.
Lomas Park tuvo una época de gloria: en ese estadio, por ejemplo, se transmitió por primera vez en el país una pelea televisada. Y ahí el gran José María Gatica hizo su última actuación en un ring.
Además de organizar combates, Jaime dirigía también a un grupo de boxeadores. Uno de ellos, Miguel Ángel Botta, se hizo un nombre en el pugilismo y llegó a ser campeón panamericano en Chicago, Estados Unidos. Botta también peleó por el título olímpico en los Juegos de Roma y luego entró al profesionalismo, siendo campeón argentino de los gallos. Otro nombre destacado del Lomas Park fue el de Adalberto Ochoa, quien enfrentó al recordado Pascual Pérez y ganó en 1947 el título sudamericano en San Juan.
La pelea más recordada del lugar, igual, no fue entre profesionales, sino entre dos vecinos lomenses: un carnicero y un herrero que tenía un galpón sobre Alem. Pese a su estilo poco ortodoxo, los grandotes brindaron un combate intenso que enardeció al público.
¿El resultado? Nocaut en favor del herrero, que acertó un golpe directo en la mandíbula y mandó a su rival directo a la lona. ¡Hasta la semana que viene, amigos!