Para visitar Donde antes funcionaba el Colegio San Jorge, CasaNegra apuesta por la gastronomía con propuestas increíbles. "Quiero ayudar al crecimiento de la ciudad", dice su dueño.
Crédito: Eduardo Alfaro
Es un emprendimiento familiar abierto para artistas que quieran dar a conocer lo que hacen.Una fachada de color negro llama la atención de quienes pasan por la calle Reconquista 59/69 en pleno barrio de Turdera. Las enormes columnas, dos leones que simulan vigilar el lugar y una puerta enorme se convierten en un misterio digno de revelar. Quienes son de la zona saben que allí funcionó el Colegio San Jorge en sus comienzos y además fue la vivienda de la familia Origone por largo tiempo.
Ahora bien: ¿qué sucede dentro de este lugar que fue inaugurado en agosto de este año? Sin ningún cartel que lo identifique, funciona el espacio gastronómico CasaNegra que invita a vivir una experiencia diferente rodeado de historia y mucha naturaleza.
Su nuevo dueño, Gustavo Bracamonte, le prometió a los herederos de Jorge Alberto Origone, quien fundó el Colegio San Jorge junto a su esposa María Lilia Guarna en 1960, que esta casa mantendría el pasado vivo en cada rincón, y lo cumple. "Mi objetivo es atraer el público de todos lados a Turdera, que conozcan el barrio y además que puedan sumergirse en un espacio distintivo con historia y vivir una experiencia de comunicación, de conexión con el otro que sea única", detalló.
El emprendimiento que es netamente familiar apunta a que los comensales puedan desconectarse de todo y disfrutar de los diversos ambientes que tiene CasaNegra donde en cada rincón se puede hallar una historia diferente.
Mi objetivo es atraer el público de todos lados a Turdera, que conozcan el barrio y además que puedan sumergirse en un espacio distintivo con historia y vivir una experiencia de comunicación, de conexión con el otro que sea única
Los que visiten este lugar van a poder ver desde los libros intactos de los alumnos del colegio que funcionó allí desde su inauguración en 1960 hasta detalles como sus arañas de época, espejos labrados y espacios que marcan que son de época. El colegio tuvo como primer edificio lo que hoy es CasaNegra, pero luego se trasladó a las instalaciones de Suipacha 68, Turdera, hasta 1997.
"Los que vengan además van a poder participar de un recorrido histórico por toda la casa que además hasta ha sido un lugar donde se filmó la miniserie de televisión 'La condena de Gabriel Doyle' en 1998", resalto Bracamonte que desde que cruzó las puertas de la casona supo que quería abrir ese espacio para compartir "buenos momentos".
Cada rincón de CasaNegra tiene un por qué minuciosamente pensado por Bracamonte que creó cada espacio con mucha pasión y con el objetivo que pueda ser disfrutado de distintas maneras. Si bien desde el afuera del lugar, el negro es el color que define el espacio, también hay un salón blanco, un auditorio que conserva el piano histórico de la familia Origone que vivió allí, un lugar que invita a escuchar tangos en una inigualable fonola a cuerda de 1904 y el mágico "Jardín El Edén" donde la naturaleza es protagonista porque se mezcla el verde de las plantas y árboles con las mesas y sillas de intenso color blanco que brinda un marco distintivo al lugar.
"Quiero que esto sea ese lugar para reencontrarse con amigos, para que vengan las parejas y tengan esas sensación de estar de vacaciones, esperando esos desayunos riquísimos y que puedan relajarse sin pensar en la rutina diaria", señaló Bracamonte que también optó por un servicio a través de "carritos" ya que los camareros -quienes están vestidos de un riguroso color negro- llevan los desayunos, meriendas y las comidas a las mesas a través de este medio de transporte que se asemeja al servicio en los aviones.
Bracamonte, aunque es nuevo en el rubro gastronómico porque siempre se dedicó al negocio del calzado, se capacitó en el rubro junto a su familia. Desde que obtuvo esta casona histórica en octubre 2022, le llevó un año y 10 meses crear CasaNegra como se la había imaginado. "Quiero ayudar al crecimiento de Turdera, porque vivo acá, porque esto lo hago junto a mis hijos y mi pareja. Todos tomamos cursos de todas las áreas gastronómicas para este negocio familiar que atendemos nosotros mismos", destacó el responsable.
UN ESPACIO ABIERTO AL ARTE Y LA CULTURA
Desde que CasaNegra fue inaugurado se realizan diferentes tardes o noches temáticas para brindar un plus al ambiente que en sí guarda una rica historia.
"Quiero que esto sea una oportunidad para aquellos que quieran dar a conocer lo que hacen. Las puertas de CasaNegra están abiertas a escuchar propuestas y hasta espero que se puedan dictar aquí cursos y talleres", aseguró Bracamonte.
Noche de sushi, eventos literarios, presentación de libros, degustación de té en hebras, cata de vinos, tardes de tango con bailarines y cantantes de la zona ya han sido parte de CasaNegra.
"Siento que tengo el teatro y estoy a la espera de los actores que quieran generar este ida y vuelta porque es una oportunidad para ellos y para nosotros de poder conocernos, de crear, de imaginar porque del encuentro siempre nacen nuevas ideas", manifestó Bracamonte que todos los días está allí entre el público que visita el lugar junto a su hija Michelle que se encarga de la atención al cliente, su pareja Cecilia que también trabaja en el lugar y su hijo Gianluca que está en la cocina.
"Como familia este emprendimiento nos mantiene más que unidos", declaró Michelle feliz de esta nueva oportunidad que le brinda la vida de poder trabajar junto a su papá y a su hermano.
CasaNegra está abierta de viernes a domingos y trabajan con reserva previa. Para conocer más, recibir información y contactarse con este espacio hay que comunicarse a través de la cuenta de Instagram: @casanegraturdera