Llavallol, ciudad de película: inmigrantes, icónicas industrias y visitas ilustres

Repaso histórico Si bien se celebran los 50 años de historia, la ciudad tiene mucha vida anterior. Allí fue a vacacionar Einstein y se erigieron las fábricas Bieckert y Firestone.

Llavallol celebra sus 50 años.

Llavallol está de festejo. La ciudad que vio nacer industrias importantes, que escribió su historia a través de inmigrantes y tuvo visitas ilustres y envidiables, sopló las velitas: se cumplieron 50 años de su fundación como ciudad. Sin embargo, mucho antes, hace más de 100 años, se efectuó el primer remate de tierras de propiedad de Martín Enz por la firma Volpi y Cía., lo que dio origen a la hoy Ciudad, según cuentan los profesionales del Instituto Histórico Municipal de Lomas de Zamora (IHMLZ).

"Es una tierra de pioneros vascos, españoles, italianos, polacos y de otras latitudes, es decir ha sido un crisol de razas que con sacrificio y mucho trabajo lograron levantar un lugar pujante", detallaron desde el IHMLZ, y destacaron a las empresas Firestone, Bieckert, Palmolive, con sus plantas en la localidad. 

Sergio Lapegüe recordó la singular historia de la localidad, que empezó a tomar color a fines del siglo XIX, con la inauguración del ramal ferroviario a Cañuelas, cuando se creó la actual estación. "Tomó su nombre en honor a Felipe Llavallol, un destacado comerciante que en enero de 1854 formó parte del grupo de empresarios que concretó la primera línea ferroviaria con capitales argentinos, denominada Camino de Fierro", cuenta. "El emprendimiento más importante de esa época, sin dudas, fue el de la cervecería Bieckert: el francés Emilio Bieckert, su fundador, vino a Buenos Aires y comenzó su fábrica con un solo empleado en la Capital, hasta que en 1908 se estableció en el actual terreno de 100 mil metros cuadrados. Otra industria destacada en la zona es Firestone, ubicada en la rotonda de Antártida Argentina y Camino de Cintura".

La historia de Llavallol, al igual que la del resto de Argentina, está escrita por los inmigrantes. Pero a diferencia de otras localidades, donde italianos, españoles y británicos llegaron en masa, los que dejaron una marca en Llavallol fueron los polacos y los ucranianos. De hecho, estos últimos fundaron dos clubes, el Dnipro y el Prosvita. También fue muy importante para la zona el aporte de los vascos, que adquirieron 20 hectáreas de la estancia de los Enz con el propósito de poner en marcha el colegio Euskal Echea. 

Además de contar con una historia ligada a la industria, los vascos, rusos y ucranianos, Llavallol fue famosa por visitas ilustres, entre las que se destaca la de Eduardo de Windsor, heredero del trono británico, en 1925, quien se detuvo en la granja La Felisa. Ese mismo año, Albert Einstein, Premio Nobel de Física, se alojó en la cabaña de su amigo Bruno Wasserman, ubicada en lo que actualmente ocupa el Colegio La Medalla Milagrosa, en Moldes y Néstor de la Peña.

Albert Einstein llegó a Llavallol el 5 de abril de 1925 y era llevado en auto por el vecino Agapito Otero, quien era el único en esa época que tenía un vehículo cerca de la estación. Durante su visita se relacionó con los habitantes de la zona. Hizo paseos al Rectorado de los Institutos Santa Catalina y recorridos por las localidades de la región. También visitó la estación Llavallol, donde acodado sobre un ángulo del puente peatonal, disfrutaba de los atardeceres.

Read more!

Read more!

Ultimas Noticias