EN PRIMERA PERSONA El pueblo originario supo vivir en Lomas. Hoy en día existen descendientes de la comunidad que buscan dar a conocer sus orígenes, costumbres y cultura.
El Día del Respeto a la Diversidad Cultural se conmemora en Argentina cada 12 de octubre en valoración a la inmensa variedad de culturas que los pueblos indígenas y afrodescendientes aportaron a la construcción de la identidad nacional. En Lomas, hace cientos de años, existió la comunidad querandí, la cual al día de hoy cuenta con descendientes que buscan visibilizar la historia a la comunidad que habita las tierras que supieron querer y defender sus antepasados.
Guillermo Gómez es descendiente del jefe Telomián Condié, ya que sus ancestros provenían de la comunidad querandí, donde Condié fue la cabeza de dicho pueblo originario. En una charla con el Diario La Unión, contó que los querandíes habitaban en lo que se conoce como la región pampeana de Argentina, la cual está compuesta por Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Córdoba, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por supuesto que el territorio de Lomas también fue habitado por este grupo étnico llamado querandí, una palabra de origen guaraní que significa "gente que se alimenta o que se unta con grasa". "Hoy en día, los que nos consideramos querandíes vivimos en las casas de nuestros ancestros", explicó Gómez.
Por supuesto que el territorio de Lomas también fue habitado por este grupo étnico llamado querandí, una palabra de origen guaraní que significa "gente que se alimenta o que se unta con grasa".
Cabe destacar que los querandíes no contaban con una escritura ya que se comunicaban mediante la oralidad y símbolos. Según los descendientes, no eran un grupo nómade (como se los divulga) ya que "esa palabra significa que no contábamos con un territorio, lo cual es falso".
"Mi bisabuela Dominga Villarruel, llamada así luego de que le cambiaran la identidad, habitaba en Lomas y se dedicaba mayormente, al igual que el resto de la población, a la ganadería. Esta ciudad estaba prácticamente deshabitada por ese entonces", contextualizó Guillermo.
"Hace cientos de años, el territorio lomense poseía grandes ondulaciones en donde se podían visualizar árboles como el tala y otras especies, como así también algunos arroyos y lagunas. Allí vivíamos los querandíes: además de la ganadería, hacíamos pesca y recolección de frutas y semillas", se sumó Victoria Trionfo, también descendiente querandí por parte de su abuela.
Hace cientos de años, el territorio lomense poseía grandes ondulaciones en donde se podían visualizar árboles como el tala y otras especies, como así también algunos arroyos y lagunas. Allí vivíamos los querandíes: además de la ganadería, hacíamos pesca y recolección de frutas y semillas.
Al ser consultado sobre la falta de conocimiento de la población acerca de los descendientes de los querandíes, Gómez lo atribuyó a "la invisibilización que se le hizo a este pueblo guerrero, ya que esta comunidad contaba con un gran número de personas, pero la guerra contra los españoles hace cientos de años redujo la población a más de la mitad". Además, las pestes de la época también fueron causantes de muchos fallecimientos, lo que achicó aún más a la comunidad.
"El genocidio comenzó con la llegada de Pedro de Mendoza, quien junto a sus hombres pisaron este lugar que no contaba con oro y plata, pero si con una enorme cantidad de tierras que eran perfectas para aprovechar y producir. Así fue que comenzó el exterminio y la esclavitud de nuestro pueblo", se lamentó Gómez.
"Pedro de Mendoza se topó con la boca del río Matanza Riachuelo, el cual no era tal como se lo conoce en estos días. A ese cauce de agua se lo llama con ese nombre por la cruel matanza que se realizó en contra del pueblo querandí, por lo que el río se teñía de rojo por la sangre de los pobladores originarios", reveló, desterrando la idea de que el nombre proviene de la aniquilación de vacas en la zona a causa de los mataderos.
Pedro de Mendoza se topó con la boca del río Matanza Riachuelo, el cual no era tal como se lo conoce en estos días. A ese cauce de agua se lo llama con ese nombre por la cruel matanza que se realizó en contra del pueblo querandí, por lo que el río se teñía de rojo por la sangre de los pobladores originarios.
Todos estos sucesos, en donde también hubo cambios de identidad impuestos por los colonizadores españoles, hicieron que la población querandí vaya desapareciendo con el paso de los años.
Guillermo admitió que tanto él como otros descendientes del pueblo querandí están dispuestos a trabajar arduamente para "visibilizar nuevamente la cultura y contar acerca de nuestros orígenes".
María Elena Salazar, también descendiente querandí, se sumó a la charla y admitió que su abuela le contó detalles sobre los orígenes de la familia. "Actualmente vivo en La Matanza, muy cerca donde ocurrió la aniquilación de los más de mil querandíes, a mediados del siglo XVI", reveló.
"Al contrario de lo que se venía haciendo, que era ocultar nuestra cultura para pensar que ya estábamos extintos, nosotros queremos mostrarnos y por eso estamos extendiendo lazos para hacernos visibles en la comunidad", aseguró, mientras que Trionfo agregó para finalizar: "En las distintas provincias debe haber cientos de descendientes querandíes que no se animan a decirlo o simplemente no lo saben. Ojalá puedan animarse para conocer su verdadera identidad y reencontrase con sus antepasados".
En las distintas provincias debe haber cientos de descendientes querandíes que no se animan a decirlo o simplemente no lo saben. Ojalá puedan animarse para conocer su verdadera identidad y reencontrase con sus antepasados.
Los vecinos que estén interesados en conocer más detalles del pueblo originario pueden contactarse a través del Facebook o el Instagram, donde los descendientes de la comunidad querandí también buscan difundir su historia.