DÍA DEL ESTUDIANTE La vecina lomense es alumna del Centro de Formación Laboral Nº411 de Lomas. De esta manera, pudo retomar un tema inconcluso en su vida.
Sin dudas, un ejemplo de perseverancia. La vecina María Clivia Díaz tiene 87 años y a su edad sigue estudiando: actualmente es una de las alumnas del Centro de Formación Laboral Nº411 (CFL) de Lomas, donde toma clases de panadería. En el Día del Estudiante, la lomense admitió por qué decidió retomar los estudios ya en su adultez e invitó a todos a animarse y seguir sumando conocimientos en la vida ya que "el único impedimento está en la mente".
Clivia nació en Tucumán, pero a los dos meses de vida se mudó junto a sus padres a Lomas. En la ciudad hizo la primaria y luego comenzó tener sus primeras experiencias laborales como vendedora, siendo algunas de ellas en una mercería y en una zapatería que estaba situada en la avenida Yrigoyen.
"Había comenzado a estudiar la secundaria en el Comercial de Temperley, pero mi familia necesitaba ayuda en lo económico y por eso tuve que ir a trabajar. Creo que ese momento fue importante porque internamente me había quedado pendiente seguir estudiando y aprendiendo", rememoró la lomense.
En 1966, Clivia se casó con Julio, su pareja, y con el paso del tiempo, formaron su familia, con hijos y nietos. Luego de más de dos décadas, decidió retomar esa cuenta pendiente que había quedado en su vida y fue por eso que se anotó en la Cruz Roja Filial Lomas, donde estudió los cursos de asistente geriátrico, acompañante terapéutico y auxiliar de enfermería.
Luego de más de dos décadas, decidió retomar esa cuenta pendiente que había quedado en su vida y fue por eso que se anotó en la Cruz Roja Filial Lomas, donde estudió los cursos de asistente geriátrico, acompañante terapéutico y auxiliar de enfermería.
"Yo fui la que les abrió el camino a muchos vecinos, ya que empecé a estudiar a los 53 años y hasta ese entonces se admitían alumnos hasta los 45. Yo peleé por lo que quería, hablé con la directora y un médico y decidieron darme la oportunidad", admitió, con cierta emoción.
Gracias a esa capacitación, Díaz comenzó a trabajar como auxiliar de enfermería en un hogar de abuelas que funcionaba en Lomas. "Ahí estuve tres décadas, hasta que la pandemia hizo que no vaya más para tomar ciertos recaudos", rememoró.
"Después de la pandemia me sentí excluida. El encierro y los peligros de la enfermedad me quitaron muchas cosas, hasta que conocí el Centro de Formación Laboral: me atendió la directora y me permitió volver a estudiar después de un largo tiempo", contó Clivia.
Después de la pandemia me sentí excluida. El encierro y los peligros de la enfermedad me quitaron muchas cosas, hasta que conocí el Centro de Formación Laboral: me atendió la directora y me permitió volver a estudiar después de un largo tiempo.
El curso de alfajores regionales fue el puntapié para que Clivia pueda volver a sentirse útil e importante, estudiando y perfeccionándose en un ámbito que le apasiona como lo es la cocina. Una vez finalizado dicho curso, en el segundo semestre de 2023, Díaz fue por más y se anotó en jardinería.
"A partir de marzo de este año estoy estudiando panadería. Me encanta venir, no solamente porque amo aprender, sino por la calidad de profesoras que hay y la manera en la que enseñan", reveló.
"En el Centro de Formación Laboral me siento feliz, a pesar de mi edad no me siento discriminada en lo absoluto. A los adultos mayores que quieren estudiar y no se animan les recomiendo que lo hagan, el único impedimento está en la mente", aseguró, muy convencida en cada una de sus palabras, y admitió que el próximo año se anotará a un nuevo curso. "Es un ejemplo para todos. Es muy estudiosa y responsable, predispuesta para aprender y para ayudar a sus compañeros", se sumó la profesora María Soledad Carola.
En el Centro de Formación Laboral me siento feliz, a pesar de mi edad no me siento discriminada en lo absoluto. A los adultos mayores que quieren estudiar y no se animan les recomiendo que lo hagan, el único impedimento está en la mente.
Cabe resaltar que el Centro de Formación Laboral Nº411 (Rivera 463), depende del Ministerio de Trabajo y Educación de la Provincia de Buenos Aires y trabaja en convenio con el sindicato de personal auxiliar de casas particulares. María Laura Bernardo, la directora, admitió que los cursos son gratuitos y que pronto habrá novedades para la inscripción de cara al 2025.