PRISIÓN PREVENTIVA La causa tiene cuatro detenidos, que podrían seguir así, tras el pedido de la fiscalía que investiga el hecho ocurrido en julio pasado y que fue filmado por testigos.
La fiscalía a cargo del caso de la patota que atacó a un joven lomense a la salida de un boliche de Ezeiza, pidió que los agresores sigan presos, mientras avanza la investigación por el intento de asesinato ocurrido el 21 de julio pasado.
Fuentes judiciales señalaron a La Unión que la UFI 1 de Ezeiza, a cargo de los fiscales Florencia Belloc y Federico Ricart, solicitaron la prisión preventiva para los cuatro detenidos que tiene la causa, quienes habían sido apresados durante varios allanamientos en arlos Spegazzini.
La resolución está a cargo del juez de garantías interviniente, que cuenta con cinco días para dar a conocer su decisión, sobre los cuatro sujetos imputados por "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en tentativa en concurso real con robo agravado por el empleo de arma".
Los acusados, que tienen 20, 26, 28 y 30 años, pero estos se negaron a declarar cuando fueron indagados por el Ministerio Público Fiscal. Más tarde, pidieron su excarcelación, pero esta se les fue negada.
Los videos de la brutal agresión, filmados por los testigos, fueron claves para identificar a los culpables. Sin embargo, en diálogo con este medio, Thomas Fernández aseguró que sus atacantes "fueron más de cuatro".
El joven de 20 años recibió varios puntos de sutura en el rostro, además de hematomas en distintas partes del cuerpo. Le pegaron trompadas, patadas y botellazos en frente de su hermana y su cuñada.
En la denuncia, contó que no tuvo "ningún tipo de problema ni gresca en el interior del boliche" y que "no conocía a ninguno de los masculinos que lo agredió".