RECUERDO Y ORGULLO El lomense Alberto De Magistris fue uno de los protagonistas de la historia que se dio en el año 2010.
Cada 29 de agosto se celebra en Argentina el Día Nacional del Árbol, una fecha muy importante que se destaca por generar biodiversidad y fomenta la plantación de distintas especies, aportando múltiples beneficios para evitar la desertificación y combatir el cambio climático. En Lomas, hace ya 14 años, se llevó una acción que va en concordancia con estos pensamientos: un vecino lomense se interesó por una especie de árbol y, gracias a distintas gestiones en conjunto con el Municipio, se pudo salvaguardar la especie.
Alberto De Magistris es docente investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas y uno de los protagonistas de esta historia. Y es que, en 2010, mientras iba a la universidad, Alberto vio un árbol sobre Linchestein que le llamó la atención. "Yo iba a mi trabajo por Oliden y me topé con ese árbol que se encontraba en una calle que aún no estaba asfaltada. Por mi conocimiento sabía que se trataba de una especie que no respondía a las usuales de la zona", recordó.
Según las observaciones de De Magistris, el árbol en cuestión tiene más de 70 años y corresponde a un Podocarpus Elongata, de la familia Podocarpáceas, siendo uno de los tipos de coníferas. "En Argentina es una especie muy poco cultivada y fue una sorpresa ver un ejemplar en Lomas", aseguró.
Lo concreto es que, a los pocos meses, De Magistris vio movimiento de maquinarias en la calle Linchestein, ya que iban a asfaltarla. "Sigo con la vista la línea del cordón y me doy cuenta que pasaba por el eje del árbol. Inmediatamente pensé que el ejemplar corría peligro de ser cortado y sacado", contó.
Así fue que el lomense se tomó el atrevimiento de averiguar con los vecinos sobre la situación: algunos estaban de acuerdo con que se quitara el árbol y se continuara con el asfaltado, mientras otros proponían buscar una alternativa para dejar al ejemplar en su sitio original. "La obra, en ese momento, estaba detenida. El asfalto había avanzado desde Oliden y desde Richieri, pero se frenaba justo delante del árbol", indicó Alberto.
"Como yo estaba involucrado en la lucha sobre el cuidado de la Reserva Natural Provincial Santa Catalina con lo que hoy es la Organización Ambiental Pilmayqueñ, me contacté con los concejales Rosendo Pedernera y Julio Gutiérrez, quienes se interesaron en el tema y juntos formulamos un escrito buscarle una solución al tema", reveló. En el texto expusieron dos propuestas: que se hiciera más angosta la calle para que el árbol quedara sobre la vereda o que se construyera un carril alterno y que el ejemplar quedara en una especie de boulevard, quedando esta última alternativa como la elegida.
Tras distintas charlas entre el Concejo Deliberante, el Municipio, la empresa constructora y los propios vecinos se llegó un acuerdo y así se pudo concluir el pavimentado y, a su vez, salvaguardar el árbol. "Además, las autoridades municipales se propusieron como objetivo construir una plazoleta en el terreno baldío que estaba justo enfrente del ejemplar, la cual se puede disfrutar hoy en día", agregó Alberto.
"Fue un gran gesto poder salvar el árbol, que era una rareza botánica, y a partir de ese entonces el Municipio dio un giro total con sus políticas respecto al cuidado del ambiente y de la ecología. Para mí fue como una especie de regalo y tenía el convencimiento de que el árbol no debía cortarse", enfatizó.
Para finalizar, y al ser consultado sobre la importancia de los árboles para la sociedad, Alberto indicó: "Son un arquetipo unido a la humanidad. A diario no los valoramos, pero generan un sinfín de beneficios para la comunidad y son fundamentales para la lucha contra el calentamiento global: hay que fomentar más plantaciones y menos deforestación y poda".