orgullo local Se trata de la Nº1 Bartolomé Mitre, ubicada frente a la Plaza Grigera, que nació ante la nuevas demandas de la población.
¡Hola de nuevo, amigos de La Unión! Los que me acompañen domingo a domingo sabrán que ya varias veces hemos tocado en estas columnas la historia del mágico cuadrado fundacional de Lomas de Zamora, la referencia pueblerina que con los años mantuvo su esencia, pero que con el paso del tiempo cambió su entorno y alrededores: la Plaza Grigera, el principal paseo público local. Hoy me quiero focalizar en un edificio que ocupa buena parte de la calle Sáenz y de Manuel Castro: la Escuela Nº1 Bartolomé Mitre.
Bastante antes de la fundación del partido de Lomas de Zamora en 1859, las tierras pertenecían al partido de Barracas al Sud (hoy Avellaneda). La gente comenzó a pedir a las autoridades la fundación de una escuela. Así, el 1º de noviembre de 1859, se inaugura la Escuela Nº1 en la quinta Los Leones, propiedad de don Esteban Adrogué, una impactante mansión que en su entrada principal tenía dos esculturas de mármol.
Abrir la escuela se concretó gracias al aporte y las gestiones hechas por los vecinos Francisco Portela, Severo Belvis, Jorge Temperley, Ramón Rúa, Roque Correa, Severo Castellanos y Jacinto Rosende. El jefe de Departamentos de Escuelas de la Nación no era ni más ni menos que Domingo Faustino Sarmiento y en todo momento respaldó el pedido de los nombrados. En 1861 se trasladó al solar donado por Victorio Grigera, sobre Sáenz y Manuel Castro. La construcción se financió por suscripción entre el vecindario y la ayuda del gobierno de Bartolomé Mitre.
Adrogué y Temperley administraron la obra que dirigió Manuel Baravino y que proyectó sobre los planos que fueron encargados por Sarmiento a Estados Unidos. El edificio fue terminado el 26 de noviembre de 1861 y al mes siguiente se trasladó la escuela al lugar actual.
Bajo la gobernación de Dardo Rocha de la Provincia de Buenos Aires, en 1882, la escuela fue reemplazada y, en 1930, el gobernador Valentín Vergara demolió el antiguo colegio. En su reemplazo se construyó otro edificio de mayor capacidad, el mismo que actualmente está en la Plaza Grigera.
El 9 de julio de 1931, el inspector de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, profesor José Santamarina, que fuera director del colegio durante varios años, le dio el nombre de Bartolomé Mitre, rindiendo un merecido homenaje a quien fuera su fundador.
Esa, en apretada síntesis, es la historia de la "Escuela de la Plaza", como la llamaron y la siguen llamando los lomenses. ¡Hasta la semana que viene, amigos!