Indignación Francisco recibió a una nieta recuperada y calificó como "preocupante" el respaldo libertario a Astiz.
El Papa Francisco recibió en El Vaticano a la nieta de una víctima del genocida condenado Alfredo Astiz, Ana Fernández Careaga, a quien le aseguró que es "muy preocupante" que diputados de La Libertad Avanza (LLA) visitaran a ese y a otros represores presos en un penal de Ezeiza. Además, le pidió trabajar por "la memoria" y por "los testimonios" contra las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la última dictadura militar.
"Me dijo que se había enterado, que le habían contado que hubo diputados que se reunieron con genocidas entre los que estaba Astiz y que eso le pareció muy preocupante", dijo Fernández Careaga. El encuentro con el Papa se dio luego de que se conociera una fotografía que se tomaron diputados libertarios con varios genocidas recluidos en Ezeiza durante la reunión que tuvieron el 11 de julio pasado. Entre los represores está el marino Astiz, uno de los más sangrientos asesinos de la dictadura, conocido como "el Ángel de la Muerte".
"El Papa tenía la información de que los diputados se habían reunido con ellos y que querían que no estén presos. Esa información le llegó a él y dijo que eso le preocupaba mucho, y que teníamos que trabajar en la memoria", contó Fernández Careaga, hija y nieta de víctimas de la dictadura militar. Su abuela, Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, era amiga del Papa y en 1977 fue secuestrada, torturada y desaparecida durante un operativo elaborado por el propio Astiz.