PROTESTA Proteccionistas se manifestaron para repudiar la presencia en Monte Grande de las mujeres que habían sido denunciadas en Turdera por maltrato animal. Hubo incidentes.
Vecinos de diferentes localidades se reunieron el pasado sábado para repudiar la presencia en Monte Grande de las mujeres acusadas de graves casos de maltrato animal que habían sido denunciadas cuando vivían en Turdera, y que son conocidas como "las Mutiladoras".
En medio de la actividad, que consistió en una concentración con pancartas en frente de la casa de las denunciadas, una de ellas agredió a los manifestantes a piedrazos, según se observa en una imagen del incidente a la que accedió La Unión.
Según contó a este medio Leonela Barros, una de las denunciantes presentes en la marcha, las agresoras solo provocaron "algunos raspones", aunque aseguró que a "a uno casi le rompe la cabeza".
El objetivo de la protesta fue visibilizar los casos, para evitar que haya más animales mutilados, debido a que según las denuncias, ambas acusadas siguen usando el mismo modus operandi que las hizo conocidas, a raíz de que la causa original había sido archivada y solo fue reactivada recientemente.
El caso tomó estado público a partir de enero de 2023, cuando vecinos de Turdera alertaron a las autoridades de que una familia que vivía en Agüero al 300 se dedicaban a captar animales a los que luego lastimaban y mutilaban para pedir donaciones a través de Facebook y WhatsApp.
Los denunciantes afirmaron que una joven, hija de una profesional de la salud, pedía gatos, perros, aves y hámsters para adoptar y que días después muestra imágenes de los animales con heridas terribles: fracturas expuestas, cortes profundos, lastimaduras en la cabeza, patas arrancadas, etc.
El grupo de proteccionistas no tardó en comprobar que la joven, su madre y su tío, se había mudado a Monte Grande, a la calle General Paz al 100, y que continuó con las torturas.
La situación derivó en nuevas denuncias y manifestaciones, esta vez ante el Municipio de Esteban Echeverría, donde las autoridades decidieron que la madre de la joven dejara de trabajar en el Hospital Santamarina.