INVESTIGACIÓN El joven oficial había sido hallado sin vida y con un disparo en la cabeza. Los primeros informes apuntan a una sola hipótesis.
Continúa la investigación por el policía de Lomas de Zamora que había aparecido sin vida y con un disparo en la cabeza en Ezeiza. Las pericias apuntan a una sola hipótesis.
El pasado 4 de julio, el oficial Franco Cuellar, de 22 años, fue hallado muerto en la Autopista Ricchieri, a la altura del kilómetro 23. Los efectivos de la Comisaría 4ª de Barrio Uno lo encontraron tirado en el suelo, con un tiro en la cabeza y una pistola Bersa Thunder Pro en la mano. A un costado se hallaba una moto Yamaha color blanca.
El caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 2 de Ezeiza, que intentó determinar si se había tratado de un suicidio o de otro episodio. Los primeros informes parecen confirmar que el joven se quitó la vida.
"Hay pericias pendientes, pero hasta ahora, nada indica que no sea suicidio", comentó a La Unión una fuente del caso. Esta hipótesis tomó fuerza no sólo porque el policía tenía el arma en la mano, sino por la declaración de su padre.
Según habían señalado fuentes policiales a este medio, momentos después del hallazgo del cuerpo, llegó al lugar el papá de la víctima, quien contó que su hijo estaba atravesando una depresión por problemas personales.
Además, horas antes de la muerte del policía, se había radicado una denuncia por "averiguación de paradero" en la Comisaría 7ª de Villa Centenario, ya que el joven se había ausentado y nadie sabía en dónde estaba. Todos estos indicios, más las primeras pericias, parecen apuntar a un suicidio. El caso sigue en investigación.