PASIÓN POR SERVIR Es vecina de Llavallol y disfruta sus primeras experiencias como bombera. Fue parte de la Escuela de Cadetes y comparte la pasión con su padre, que es oficial ayudante.
Cada 2 de junio se celebra en Argentina el Día Nacional del Bombero Voluntario. Una fecha importante que sirve para homenajear a todos los hombres y mujeres del país que forman parte de una institución modelo que brinda servicio a la comunidad de manera desinteresada. Pero para la lomense Pilar Rodríguez (18) será un acontecimiento aún más importante y que la marcará a fuego: será su primer festejo oficial como bombera de Lomas, luego de haber pasado por la Escuela de Cadetes. Como si eso fuera poco, comparte la pasión con su papá Sergio, oficial ayudante y bombero de Lomas hace más de 30 años.
Pilar, vecina de Llavallol, habló con La Unión y contó que sus inicios en la institución fueron en 2018, más precisamente el 4 de agosto de ese año, cuando ingresó a la Escuela de Cadetes "Oficial Inspector R. Héctor Escudero". "Fue el primer año en el que se habilitó la escuela para personal femenino. Éramos una camada de ocho mujeres y tres de nosotras ya pasamos a ser bomberas", rememoró.
Pero lo cierto es que la conexión de Pilar con los bomberos data de mucho antes y tiene su explicación en su propia familia: su padre, Sergio Rodríguez, es oficial ayudante y pertenece a la institución hace ya más de tres décadas. "Las charlas sobre bomberos siempre estuvieron presentes en casa. Yo le preguntaba todo el tiempo sobre lo que hacía y cuando él llegaba de las intervenciones yo me ponía sus botas. Siempre les dije a mis padres que quería ser parte y cuando se dio la posibilidad en la Escuela de Cadetes no lo dudé", detalló.
"Luego de la Escuela de Cadetes en el cuartel central pasé al Destacamento Nº3 de Llavallol y, tras rendir un examen en febrero de este año, empecé a cumplir con todas las obligaciones como bombera, incluidas las salidas y las intervenciones", contó Rodríguez, con cierto orgullo en sus palabras. Allí debe cumplir 40 horas y una guardia de fin de semana por mes.
Luego de la Escuela de Cadetes en el cuartel central pasé al Destacamento Nº3 de Llavallol y, tras rendir un examen en febrero de este año, empecé a cumplir con todas las obligaciones como bombera, incluidas las salidas y las intervenciones.
Sus primeras experiencias en salidas fueron en un rescate exitoso a un lomense que estaba atrapado en un domicilio y en un incendio, situaciones que quedarán para siempre en su memoria. "También tengo un grato recuerdo de cuando hice por primera vez una intervención junto a mi papá: fue algo único porque antes lo tenía como un sueño y después pasó a ser un objetivo que pude hacer realidad", sostuvo.
Este domingo, Pilar será parte de los festejos por el Día Nacional del Bombero Voluntario: estará presente en el Destacamento Nº3 de Llavallol (Aristóbulo del Valle y Tacuarí) para el acto protocolar que contará con el izamiento de la bandera nacional, los toques de sirena y el tradicional desayuno.
Tengo un grato recuerdo de cuando hice por primera vez una intervención junto a mi papá: fue algo único porque antes lo tenía como un sueño y después pasó a ser un objetivo que pude hacer realidad.
Al ser consultada sobre lo que más le gusta de la institución, Pilar eligió el servicio para ayudar a los vecinos de Lomas. "Creo que es lo que más me mueve porque lo hago con quienes considero mi segunda familia", recalcó, e inmediatamente agregó: "Tengo como meta seguir creciendo como persona aportando mi granito de arena en la institución".
"Recibir el cariño de la gente es increíble, no se puede explicar. Cuando ayudo y me dan las gracias de corazón es emocionante y te moviliza todo el cuerpo", finalizó.