ATENCIÓN La negociación estaba trabada en una diferencia de $250.000. Por eso, se planeaba un paro para el viernes, pero fue desactivado.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las cámaras empresariales finalmente arribaron este miércoles a la tarde a un acuerdo salarial, por lo que no habrá paro de colectivos este viernes.
La negociación estaba trabada en una diferencia de $250.000 que desde la UTA dan por reconocida y homologada en la última paritaria y las cámaras aseguran que aquello es el pago de una suma no remunerativa por única vez. Finalmente se lograron acercar posiciones, y la posibilidad de una medida de fuerza quedó desactivada.
Como parte del acuerdo, el sector patronal abonará dos cuotas de $250.000 a cobrar en mayo y en junio. Luego se seguirá negociando.
El sindicato conducido por Roberto Fernández pretendía que les reconocieran a más de 50.000 choferes un salario básico mensual de al menos $ 987.000, un acuerdo en paritarias que implicaría una mejora de 83% trimestral en marzo frente a diciembre, y que le gana por 32 puntos a la inflación, muy por encima de lo que el Gobierno busca convalidar.
La estructura de costos reconocida por la Resolución 15/2024 de la Secretaría de Transporte solamente autoriza a las empresas a pagar $ 737.000 a los choferes o poner la diferencia de su bolsillo.
En plena reunión de este miércoles, el gremio sacó una propuesta con la que haría sentir su descontento, presionaría a los empresarios y al mismo tiempo eludiría el paro. Lo hacen, según fuentes del sector, "para no perjudicar al usuario".
La medida novedosa sería "salir a trabajar sin activar la sube (es un rubro salarial) como medida de protesta, sería como no cobrar boleto". Es decir, los pasajeros viajarían gratis. Los gremios trazaron un paralelismo con la situación en los subtes. "Ellos levantan los molinetes y no pasa nada", sostuvieron.
La medida encuentra el previsible rechazo de las empresas: dicen que sería ilegal desactivar la validadora SUBE. Desde AAETA había aventurado en la previa que no se alcanzara una solución, aunque esperaban encontrar más tiempo para alcanzar un acuerdo.
La crisis del sector lleva más de 20 años y empezó a la salida de la Convertibilidad, cuando las tarifas dejaron de reflejar los costos. Pero se profundizó a mediados de 2022, cuando la Argentina empezó con otro régimen de inflación más alta que la previa. Hoy el Estado (Nación, Ciudad y provincia de Buenos Aires) cubre el 70% de los costos reconocidos con subsidios y los usuarios un 30% con tarifas, una relación que llegó hasta el 90% y 10%, respectivamente, en enero 2024.
En el Ministerio de Economía, del que depende la Secretaría de Transporte, Luis Caputo es reacio a otro aumento de las tarifas de los colectivos (después de un 410% de incremento entre enero y febrero) por su posible impacto en la inflación, cuya baja a un dígito mensual es su prioridad número uno. Sin embargo, habilitó una suba del 54% en los trenes del AMBA para mayo.