Abuelas de Plaza de Mayo expuso su alegato en el juicio del Pozo de Banfield

LESA HUMANIDAD La abogada Colleen Torre detalló los tormentos que sufrieron las mujeres en el área de maternidad clandestina. "Son 30 mil los desaparecidos", enfatizó.

La abogada Colleen Torre estuvo a cargo de la exposición.

La querella de Abuelas de Plaza de Mayo expuso su alegato en el Juicio Brigadas, proceso que juzga los delitos de Lesa Humanidad cometidos en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes, el Infierno de Lanús y la Brigada de San Justo.

La audiencia se realizó de manera presencial, a diferencia de las últimas que se habían desarrollado por Zoom. La abogada Colleen Torre fue la encargada de ponerle voz a la acusación contra los 12 represores imputados en el juicio.

En su exposición, la letrada se enfocó principalmente en el centro clandestino que funcionó en Siciliano y Vernet durante la última dictadura militar. Dio detalles terribles de los tormentos que sufrieron las mujeres en el área de maternidad clandestina.

"Uno de los centros clandestinos de detención más grandes de la provincia de Buenos Aires fue el Pozo de Banfield. Los nacimientos allí se daban en lugares específicos, las mujeres embarazadas eran recluidas en celdas especiales. Daban a luz rodeadas de los represores, en las mesadas de las cocinas. Las insultaban, estaban tabicadas, atadas de manos y luego de ser separadas de su hijo o hija -que fueron entregados a sus apropiadores- eran obligadas a limpiar el lugar", detalló.

Luego, prosiguió: "De 23 mujeres embarazadas por las que estamos pidiendo justicia, 20 estuvieron secuestradas en el Pozo de Banfield, y una de ellas, Liliana Ross, fue asesinada antes de dar a luz. Y de los 10 nacimientos probados en este juicio, ya sea por testimonios o porque el niño o niña, hoy adultos, fueron restituidos, nueve de esos nacimientos fueron en el Pozo de Banfield".

La Dra. Torre explicó que "estas apropiaciones se dieron en el marco del plan de exterminio de quienes las Fuerzas Armadas y de seguridad consideraban el enemigo interno, y ese plan incluía aniquilar también a las mujeres que se habían alejado de estos mandatos de una sociedad patriarcal y habían abandonado los estereotipos de género para ingresar a la militancia política". Por este motivo, según su interpretación, los militares pensaban que estas mujeres "habían perdido el derecho a criar a sus hijos e hijas".

"Estos hijos e hijas no podían ser criados por estas madres, sino que debían ser criados por 'familias de bien', afines al régimen reinante y a los valores de esa sociedad que quisieron imponer, con una moral nacionalista y cristiana", subrayó la letrada, quien remarcó que "el objetivo era limpiar a la sociedad de lo que ellos denominaban la 'subversión'".

Por otro lado, Torre repasó testimonios desgarradores de sobrevivientes y familiares que declararon en este juicio. Entre ellos estuvo el caso de Cristina Navajas, quien dio a luz allí a su hijo Daniel Santucho, recientemente anunciado como nieto recuperado 133. Justamente, Daniel estuvo presente en la sala junto con su hermano Miguel, quien lo buscó durante años.

La querella de Abuelas de Plaza de Mayo acusó a los 12 imputados por los delitos de "privación ilegal de la libertad y tormentos de 23 embarazadas y una madre secuestrada junto a su hijo, y por la sustracción, retención y ocultamiento de diez nietos y nietas, siete de los cuales ya recuperaron su identidad".

"Son 30 mil los detenidos desaparecidos y vamos a seguir buscando a cada uno de los nietos y las nietas que nos faltan, junto a las Abuelas y sus familiares", cerró la abogada.

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