TRAGEDIA Llevaba el mismo nombre de la ciudad y los vecinos la conocían desde muy pequeña. El perro que la asesinó fue retenido por la Policía.
Los vecinos están conmocionados por la terrible muerte de Turdera, una perra que llevaba el mismo nombre de la ciudad y que era muy querida por la gente del barrio. Fue asesinada por un pitbull, que fue retenido por la Policía.
El hecho ocurrió el lunes por la mañana. Turdera estaba acostada en la vereda en la calle Zapiola, casi esquina Suipacha. De repente apareció un pitbull suelto, sin correa, y comenzó a atacarla. Los vecinos hicieron todo lo posible para que dejara de morderla y hasta pidieron ayuda a un patrullero que pasaba por la zona, pero no pudieron evitar la tragedia.
Como suele suceder en estos casos, lamentablemente el perro mordió a Turdera hasta matarla y luego se escapó corriendo. La Policía lo atrapó poco después y lo llevó al Destacamento Turdera. La situación generó una profunda tristeza en la ciudad, sobre todo a la familia que la cuidó prácticamente desde que había nacido.
"Turdera es nuestra perra desde hace 12 años, la tenemos desde que tiene sus 45 días. Siempre se crió con mi familia. Mi papá tiene la concesión del buffet del club Alumni y ellos viven ahí y mi hermana en la esquina, por lo que la perra, además de estar en nuestras casas, siempre le gustó callejear, estar en la cuadra, en la plaza. La cantidad de gente que la conocía y la quería era impresionante", comentó Megan Souto, una joven que era muy cercana a Turdera, en charla con La Unión.
Sobre aquel fatídico día del ataque del pitbull, la vecina recordó que la perra estaba "sin poder defenderse por la manera que la atacó y con la agresividad que lo hizo". De hecho, detalló que la soltó cuando cuando "prácticamente le había arrancado una pata".
"En ese momento yo no estaba en lo de mis papás y ellos no llegaron a escuchar todo, por lo que uno de los vecinos se comunicó llorando con mi cuñado para darle la noticia. Nadie podía entender cómo Turdera ya no estaba y había sido asesinada de esa manera", lamentó Megan.
La perra fue enterrada en el club Alumni, lugar al que perteneció desde sus primeros días. En las redes sociales hubo innumerables mensajes de despedida, con recuerdos y anécdotas de vecinos que conocieron a Turdera y que la veían todos los días en el club, en la plaza o caminando las calles de la ciudad. Entre todos los posteos, el denominador común era el pedido de justicia.
Una vez que lograron identificar a la dueña del pitbull, empezaron a hacer los trámites para denunciar lo que había pasado. "Le doy la noticia de que su perro había matado a nuestra perra, de la manera que lo hizo y toda la situación. Lo único que me dijo fue 'disculpas' y que no creía que su perro lo había hecho, que iba a comunicarse con la comisaría para recuperar su perro y nosotros le dijimos que íbamos hacer las denuncias correspondientes porque ese perro era un peligro para todos", señaló Megan.
"¿Qué hubiese pasado si agarraba a un chico con esa agresividad? ¿Y si se le vuelve a escapar?", enfatizó la joven, que ya radicó la denuncia adjuntando pruebas con los correspondientes testigos.
Mientras intenta lidiar con los asuntos legales para conseguir justicia por su gran compañera, a Megan se le llenan los ojos de lágrimas cuando recuerda a Turdera. "Se llevó un pedacito del barrio con ella", cerró con angustia.