revelador Gabriel Moss es fan del Gitano desde su niñez y tuvo una experiencia reveladora que lo llevó escribir y grabar sus propias canciones.
Gabriel Moss pasó los 60 pirulos y es ingeniero, pero tiene otra pasión: la música. En su juventud tuvo una banda de covers, pero en pandemia soñó que su ídolo Sandro le dictaba la letra y la música de una canción. Así empezó a componer.
"Siempre fui fanático de Sandro, desde muy chico. Lo iba a ver siempre a todos lados. Donde estaba Sandro, estaba yo", le cuenta a La Unión sobre su pasión.
A pesar del fanatismo por su ídolo, nunca lo conoció personalmente y fue respetuoso de la intimidad del Gitano. Incluso se acercó a la casona de Banfield en algunos cumpleaños de Sandro, pero prefirió irse antes de que salga a saludar. "Una cosa era Roberto, y otra era Sandro", explica.
"En la pandemia tuve un sueño muy especial, en el sueño Sandro me dictaba una canción, me dictaba la melodía y la letra. Cuando me levanté, grabé lo que recordaba del sueño y la terminé de componer en piano, pero la canción estaba casi completa", recuerda.
Como era de prever, "La sombra de su amor", el título de la canción, tiene estilo similar a las composiciones de Sandro. "Mi profesora de canto me dijo que la grave. Fue el primer tema que saqué", acota.
Si bien había coqueteado con el piano cuando era más joven, nunca imaginó que pasados los 50 se iba a sentir cautivado por melodías y armonías.
Así fue como el encierro obligado por la pandemia se convirtió en el puntapié inicial para componer sus propias canciones.
Fueron surgiendo, una tras otra. Hasta que tuvo entre sus manos su primer disco, llamado "Entre sueños", que presentó formalmente en vivo.
"Soy muy polifacético, en mis canciones hay balda, bolero, rock y hasta un regatón. Con los temas de disco y los que fue sacando después, tengo 21 singles subidos a las plataformas, todos con video", acota Gabriel.
Los video fueron filmados bajo la lente de Matías Sánchez de Bastamente en distintas locaciones, incluyendo Río de Janeiro, Cancún y New York. Participaron de los clips figuras como Adriana Salgueiro y Ximena Capristo.
Entre otras aventuras, Gabriel editó, en coatoría con Laura González Roma, "La eternidad de la Rosa", donde Sandro también entra en escena.
"Soy un gran admirador de Sandro, por eso en 2016 publiqué mi primera novela de ficción, llamada La eternidad de la rosa. Es un homenaje al ídolo de toda América", asegura.
El libro rinde tributo a uno de los más grandes artistas populares argentinos a partir de una trama inesperada, plena de suspenso y también de romance: un joven sufre posesiones de un espíritu que le hace protagonizar en sueños las vidas de otras personas.
Gabriel Moss estudió piano durante su infancia y se recibió de profesor de teoría y solfeo. Durante el periodo universitario se alejó del piano para tocarlo solo ocasionalmente.
Jugó durante mucho tiempo al ajedrez, llegando a la primera categoría cuando estaba federado en el club Villa del Parque.
Estudió Ingeniería y se recibió de Agrimensor. Escribió numerosos artículos en diversas revistas; también dio charlas de física quántica. Además, es amante del Yoga, para él, una filosofía de vida.