REVÉS JUDICIAL Seis meses después de que cerraran la causa, la Cámara de Casación porteña consideró que su trastorno psiquiátrico no es irreversible.
La Justicia revocó el sobreseimiento de Rodrigo Eguillor, más conocido como "el cheto de Banfield", en la causa que lo tiene como imputado por abuso sexual contra una estudiante de 22 años. Se hará un seguimiento del estado de su salud mental.
En junio de este año, Eguillor había sido declarado inimputable por padecer un trastorno de esquizofrenia paranoide irreversible. El Tribunal Oral Criminal Nº10 decidió cerrar la causa y sobreseerlo "en virtud de su incapacidad sobreviniente para ejercer sus derechos y afrontar el juicio oral en esta causa". Sin embargo, seis meses después de ese fallo, la Justicia le dio un duro revés.
La Cámara de Casación de la Ciudad de Buenos Aires revocó la decisión del tribunal y anuló el sobreseimiento de Eguillor. Los jueces establecieron que "los términos del dictamen médico, aunque resultan firmes en su conclusión, no revisten carácter absoluto, dado que en sus fundamentos se ha hecho alusión a posibles avances en los tratamientos que podrían, eventualmente, conllevar una mejoría del imputado".
Además, la Cámara dejó en claro que "la recuperación de Eguillor no ha sido médicamente descartada de manera terminante", por lo que pidieron "evaluar con singular prudencia el pretendido cierre definitivo de la causa".
No obstante, este nuevo fallo mantuvo "suspendido el proceso" a la espera del "seguimiento del estado de salud del imputado" de 28 años, quien es hijo de la fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora, Paula Martínez Castro.
Cabe recordar que Eguillor estuvo más de un año preso, primero en la cárcel de Marcos Paz y luego en Ezeiza. En pandemia consiguió que le dieran arresto domiciliario en la casa de su madre, en un country de Canning. Desde entonces permanece en libertad.
LOS ESCÁNDALOS DEL "CHETO DE BANFIELD"
Eguillor había protagonizado un escándalo en noviembre de 2018 cuando fue filmado forcejeando en el balcón de un departamento de San Telmo con una estudiante de 22 años. La joven denunció que Rodrigo la había violado sin preservativo y que ella intentaba escapar. La versión de Eguillor fue distinta: dijo que la joven quería suicidarse y que él trataba de salvarla.
Varios testimonios de vecinos respaldaron a la joven y remarcaron que Eguillor la había golpeado salvajemente. Todo terminó con él detenido y procesado por "abuso sexual agravado por el acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas". También le sumaron una imputación por lesiones leves dolosas agravadas por mediar violencia de género. El día que lo detuvieron, dijo la frase que quedó para la historia: "Llamen a mi vieja".
Como si fuera poco, en medio del proceso, se le sumó una nueva denuncia por amenazar a una funcionaria judicial y una condena por abusar sexualmente de otra mujer en la playa de estacionamiento del Casino de Buenos Aires.